El comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la UE, Phil Hogan, ve indicios de que la situación del mercado del sector citrícola mejorará en la segunda parte de la campaña.
La Comisión tiene conocimiento de que el arranque de la campaña citrícola en el sur de Europa ha sido débil por una serie de motivos: retrasos en la cosecha de las primeras piezas, abundancia de piezas de menor tamaño por la duración de las tórridas temperaturas estivales, escasa demanda en gran parte de Europa por las elevadas temperaturas a comienzos del otoño, lluvias copiosas e inundaciones y problemas fitosanitarios en determinadas regiones productoras.
Hay indicios de que la situación del mercado podría mejorar en la segunda parte de la campaña, gracias a la buena calidad de los cítricos de Europa meridional, al aumento del consumo a medida que bajen las temperaturas y a la absorción de las piezas de menor tamaño por parte de la industria transformadora una vez que llegue a su pleno rendimiento.
Por otra parte, en su respuesta, señala que "en el marco del Acuerdo de Asociación Económica (AAE) entre la UE y seis países ( Botsuana, Esuatini (antigua Suazilandia), Lesoto, Mozambique, Namibia y Sudáfrica) de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional, las importaciones en la UE de naranjas frescas procedentes de Sudáfrica no han sido, ni serán liberalizadas durante el período comprendido entre el 1 de diciembre y el 31 de mayo, si bien siguen estando liberalizadas desde el 1 de junio hasta el 15 de octubre (se trata de una concesión ya otorgada en el marco del anterior acuerdo entre la UE y Sudáfrica) y se están liberalizando gradualmente durante un período de diez años, desde el 16 de octubre hasta el 30 de noviembre, en el contexto de una nueva concesión otorgada en el marco del AAE.
La CE indica que las importaciones de todos los demás cítricos, excepto limones, ya se habían liberalizado en el marco del anterior acuerdo entre la UE y Sudáfrica, que empezó a aplicarse en 2000. Sin embargo, se ha mantenido y se mantendrá la aplicación del sistema de precios de entrada , según el cual se aplica un derecho específico si el valor en aduana de la partida es inferior al precio de entrada institucional.
Hogan reconoce "puede adoptarse una medida de salvaguarda, como dispone el artículo 34 del AAE en los casos en que las importaciones experimenten un aumento, como consecuencia de las obligaciones de una Parte en virtud del AAE, de tal modo que puedan causar un perjuicio grave a la industria nacional o perturbaciones en los mercados de productos agrícolas."
La Comisión sigue de cerca las importaciones de cítricos, incluidas las naranjas frescas procedentes de Sudáfrica, y seguirá haciéndolo para comprobar si se cumplen las condiciones para activar la salvaguardia.
Al respecto, concreta que "los volúmenes de importación de naranjas frescas aumentaron un 5 % en 2018 con respecto a 2017. Sin embargo, este aumento de las importaciones se produjo fuera de temporada (del 1 de junio al 15 de octubre), período que no se ve afectado por la concesión otorgada a Sudáfrica en el marco del AAE."
Por otra parte , las importaciones de naranjas frescas procedentes de Sudáfrica durante el período ahora cubierto por la concesión del AAE (del 16 de octubre al 30 de noviembre) fueron significativamente más bajas que en el mismo período de 2017 (un 39 %) y representan solo el 2 % de las importaciones anuales.
Las importaciones citrícolas (naranjas, limones, toronjas o pomelos, mandarinas y otros cítricos) procedentes de Sudáfrica aumentaron un 9 % en 2018 con respecto a 2017.
Grave situación
Esta es la respuesta del comisario Hogan al eurodiputado alemán, Florent Marcellesi (Los Verdes) que le había preguntado al respecto sobre si la Comisión era consciente de la gravísima situación que sufren los productores citrícolas europeos; sobre si se daban las circunstancias para aplicar las medidas de salvaguarda, previstas en el artículo 34, apartado 2, del Acuerdo y si, en caso contrario, no se daban esas circunstancias, explicase los motivos.
Marcellesi argumentaba que, tras la entrada en vigor, el 10 de octubre de 2016, del Acuerdo de Asociación Económica entre la UE y cinco países del África meridional, entre otros, Sudáfrica, las naranjas producidas allí pueden entrar en el mercado comunitario sin pagar aranceles durante periodos ampliables hasta que, en diez años, abarcarán todos los meses del año.
Esta situación, según señala el eurodiputado alemán, perjudica a los productores europeos, que se rigen por unos estándares que no cumplen los sudafricanos y que encarecen el producto.
En la presente campaña citrícola, añade, los productores del Sur de Europa ya están afectados por la bajada de precios, que les ha obligado a malvender o a no recoger las variedades extra-tempranas, generando incertidumbre. Y que las consecuencias han sido un abandono de tierras, pérdida de mano de obra agrícola y graves problemas para gestionar el territorio.