La compañía española Smileat arrasa en el mercado de la alimentación infantil y logra plantar cara a las dos grandes multinacionales del sector: los grupos suizos Nestlé y Hero. Fundada en 2015 por dos jóvenes emprendedores -Javier Quintana y Alberto Jiménez-, que en ese momento tenían menos de 30 años de edad, la marca no solo ha superado en este tiempo a Nestlé en el mercado total de comida para bebés y niños, quedándose únicamente por detrás de Hero, sino que se ha alzado además con el liderazgo en el mercado ecológico. Según los últimos datos de la consultora IRI correspondientes al pasado mes de octubre, Smileat ha alcanzado el 41% de cuota de mercado en el segmento eco frente al 31% de Hero, el 5% de Gerber y el 3% de Be Plus. En el mercado de los potitos, Hero Baby tiene un liderazgo aplastante, copando el 76% del mercado, pero Smileat ha logrado hacerse un hueco y ha alcanzado ya el 7%, frente al 2% de Nestlé. En el caso de los bebibles de frutas en bolsitas monodosis, lo que se conoce en el sector como pouch , la marca blanca tiene un 57% de participación, Hero cuenta con un 18% y Smileat se ha hecho ya con el 6%, igualando así la participación de Nestlé. Y más llamativo es lo que ha ocurrido en el mercado de los snacks para niños, donde Smileat es líder ya con el 43%; Hero Solo tiene el 29% y Nestlé se queda únicamente con el 9% de cuota. Alberto Jiménez, cofundador y consejero delegado de la empresa, explica que "gracias a una apuesta por la calidad y la alimentación saludable y ecológica hemos conseguido posicionarnos así en muy poco tiempo como la segunda marca del mercado, estando ya presentes en la gran mayoría de las cadenas de distribución, al margen también de la venta online". La empresa cuenta con una fábrica en Jerez de la Frontera que adquirió en 2022 al grupo sueco Midsona por poco más de dos millones de euros. Es una planta que se construyó en 2012 y que pasó por diferentes manos. Con una superficie de 1.200 metros construidos fue levantada bajo la propiedad de BIA Alimentación. En 2018 fue traspasada a Ebro Foods para la producción de los alimentos de su negocio BIO, pero el grupo que preside Antonio Hernández Callejas la vendió tan solo un año después a Midsona por unos 57 millones de euros, que acabó vendiéndola a Smileat para concentrar su producción en Cataluña. La firma de alimentación ecológica infantil está sacando ahora todo el rendimiento posible al centro productivo, fabricando ya los potitos, que suponen un 40% de su facturación y trasladando también en breve la producción de los bebibles de frutas, que está ahora externalizada y que supone otro 25% de las ventas. "La planta tiene 20 trabajadores y estamos invirtiendo entre medio millón y un millón anual en ampliar las líneas e impulsar la automatización", explica Jiménez. Smileat prevé crecer este año un 37% y alcanzar así un volumen de negocio de 17 millones de euros de facturación, con un ebitda (resultado bruto operativo) de 1,6 millones. Descenso de la natalidad El consejero delegado de la empresa muestra además su confianza en el futuro, sin temor al descenso de la natalidad en España, que está lastrando las ventas del sector. Eso sí, ha ampliado el público objetivo a un rango de edad más amplio, con productos como los snacks. "Tenemos el foco muy claro y, al contrario de nuestra competencia solo estamos en alimentación infantil. Somos la única marca que crece", asegura de forma contundente. Jiménez resalta además que "Smileat solo está presente únicamente en el mercado ecológico, que supone solo el 20% del negocio, correspondiendo el otro 80% al convencional mientras que nuestros competidores están en ambos" .La empresa ha empezado hace año y medio a dar el salto internacional y obtiene ya así el 5% de su facturación en los mercados internacionales. "Hemos apostado, fundamentalmente por Europa del Este, estando ya presentes en Rumanía, Polonia y República Checa, además de Portugal", explica Jiménez. La gran apuesta, de hecho, para los próximos años pasa por la internacionalización. El consejero delegado explica que "estamos analizando si merece la pena abrir una oficina comercial o incluso hacer alguna operación y adquirir alguna empresa en determinados países. Es un proceso largo, pero el año que viene vamos a estudiarlo". Entre los próximos retos está además el reciente desembarco en Arabia Saudí. Es solo un paso más en el plan para facturar 30 millones en 2027.