Control de Salmonella en ponedoras mediante el uso de vacunas

A raíz de la pandemia de Salmonella Enteritidis que comenzó en los años ochenta, en la Unión Europea se han implantado estrictas medidas de control en la cadena de producción de aves y cerdos. Sin embargo, en los últimos años, los casos de Salmonelosis de origen alimentario en humanos se han incrementado, siendo los huevos y los productos a base de huevo el principal foco de infección. En algunos países de la Unión Europea se supera el 2% de gallinas ponedoras contaminadas con S. enteritidis o Typhimurium, superando así el límite máximo permitido. Las aves son extremadamente vulnerables a estas bacterias en algunos momentos de su vida, como son los días después de la eclosión, durante la muda o en la nave de puesta. También les afecta el estrés, el frío y el calor. Además de las medidas de bioseguridad, para evitar las infecciones por Salmonella en el consumidor hay que evitar el paso de la Salmonella a los huevos. La vacunación con vacunas vivas atenuadas es capaz de bloquear casi por completo la transmisión de la cepa a los huevos. Desde que se ha iniciado la vacunación en las gallinas ponedoras se ha podido observar una disminución de la prevalencia en las granjas vacunadas, de manera que la vacunación, junto con las medidas higiénicas, son las estrategias clave a seguir en el control de la Salmonella.