Desde hace décadas el metano que originan las flatulencias y los excrementos de las vacas es considerado como uno de los retos más importantes para frenar el calentamiento global. Aunque las vacas en libertad nunca han resultado un problema, la ingente cantidad de granjas en las que conviven cientos de bóvidos produce un efecto multiplicador, convirtiendo a los animales en grandes emisores de este gas de efecto invernadero. En el conjunto del planeta, se estima que el ganado emite unas 3.100 millones de toneladas métricas de metano a la atmósfera cada año. Teniendo en cuenta que es un gas mucho más contaminante que el CO2, se trata de un problema de gran relevancia. El metano es capaz de retener el calor atmosférico 80 veces mejor que el dióxido de carbono y es responsable del 30% del calentamiento global. De ese porcentaje, el ganado representa aproximadamente un tercio de todas las emisiones de este gas contaminante en el mundo. A modo de comparación, una vaca pequeña contamina lo mismo que un coche pequeño . La Unión Europea se ha marcado como objetivo que las emisiones de metano procedentes de la ganadería entre un 80% y hasta un 95% para 2050, lo que ha obligado a buscar soluciones imaginativas para dar cumplimiento a dichos objetivos. Hace pocos años se empezó a comprobar que las algas podrían convertirse en aliadas. Los primeros en comprobar su potencial para mitigar las emisiones de metano fueron un grupo de investigadores australianos en 2016. Sus experimentos en laboratorio habían visto cómo la Asparogopsis taxiformis, un alga roja considerada invasora en el Mediterráneo español, tenía un potencial natural para reducir las emisiones de metano . En concreto, gracias a su principal compuesto, el bromoformo , pueden bloquear el proceso por el que se genera el gas metano. En 2019, el mismo grupo corroboró que, añadiendo una ínfima cantidad de algas al alimento de las vacas -de menos del 0,2%- podría reducir entre un 40% y hasta un 98% las emisiones de metano. Un estudio posterior de la Universidad de California corroboró su eficacia. "Ahora tenemos pruebas sólidas de que las algas marinas en la dieta del ganado son efectivas para reducir los gases de efecto invernadero y su eficacia no disminuye con el tiempo", aseveró el profesor y director del World Food Center, Ermias Kebreab en 2021. En dicho estudio hallaron que las emisiones se reducen hasta en un 82%. El problema es de tal calibre que ha llamado la atención de multimillonarios como Bill Gates, que ya ha mostrado su intención de invertir en una start-up australiana que desarrolla pienso con base de algas marinas, Rumin8. No obstante, la de Rumin8 no es la primera en crear complementos alimenticios para reducir el metano. Otras empresas, como DSM, han estado comercializando un producto similar, pero con otra base desde finales de 2021. Ahora los científicos parecen haber encontrado otra fórmula que también puede ayudar al propósito de eliminar esta emisión de gases contaminantes hacia la atmósfera. Un último estudio, publicado en Frontiers in Sustainable Food Systems , apuesta por verter este mismo tipo de alga roja sobre los excrementos. Los resultados han sido muy prometedores. Al añadir este tipo de algas a las heces de las vacas se conseguía reducir la producción del metano en un 44%. Esto ocurría tanto en las vacas que habían recibido un suplemento alimenticio. "Se habían realizado muchos estudios utilizando estas algas en las dietas de las vacas lecheras, pero ningún estudio hasta la fecha había estudiado cómo podría disminuir las emisiones de metano en el estiércol", destaca Mohammad Ramin, investigador de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas. La contribución del estiércol a las emisiones contaminantes depende de muchos factores, entre los que se encuentran las condiciones de almacenamiento. No obstante, se calcula que los excrementos almacenados en un clima fresco y templado como el europeo son responsables de un 12% de las emisiones de metano del sector ganadero lácteo. Estudio de referencia: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fsufs.2023.1187838/full ........... Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es