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Cualquiera que vaya al supermercado puede comprobarlo por sí mismo: entre las grandes subidas que habido en la cesta de la compra durante los últimos dos años, destaca la más reciente, la del aceite de oliva.
Además, en estos días circulan por redes sociales varias imágenes, reales, en las que se muestran botellas de aceite de oliva virgen extra con precios de entre 3 y 5 euros -el caso más reconocido sea quizá el de la polémica botella en Irlanda por 4,70 euros-, mientras que en los supermercados extremeños van desde los 8 a los 12 euros.
¿Por qué ha subido el precio? ¿Por qué vale menos en otros países y no en España, que es exportador?
En definitiva, se ha creado casi un debate a nivel nacional sobre precios que nada tiene que ver con la realidad: simplemente, los precios suben porque la producción ha bajado.
Alfonso Montaño, responsable del Área de Tecnología de los Alimentos y del Grupo de Investigación de I+D de Ctaex, lo explica.
«Veo mucha desinformación en redes y en prensa, y la gente se está equivocando. Lo normal es encontrar fuera de España precios más caros: hay que tener en cuenta las comisiones al importador, los impuestos, los márgenes... Hace cinco años, esa botella, en Irlanda, valía también diez euros».
Por otro lado, Fabián Gordillo, presidente de la Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-Alimentarias de Extremadura, señala que la subida en España es una cuestión de mercado, no hay especulación por parte de nadie. «Es que si no se sube el precio, las estanterías estarían vacías. Ya hay cooperativas que no tienen aceite, las que han mantenido precios anteriores. La única forma de regular es la oferta y la demanda. Lo que no se puede hacer es un boicot, como se está diciendo, contra un producto que lo único que ha tenido son dos malas campañas, aportando lo que aporta a la salud, a la economía y la población».
El aceite de oliva es un componente básico en nuestra dieta mediterránea, por eso las familias extremeñas son tan sensibles a las subidas y bajadas de precios. Desde las cooperativas, ahora toca intentar mantener clientes y recuperar mercados internacionales que tampoco tienen la culpa de tener botellas en sus estanterías con precios de anteriores campañas.
El caso de la botella de Irlanda
Ahora, una botella en Irlanda vale 4,70 y en España 10 euros, simplemente porque la primera es de hace 12 meses, de la campaña anterior. El mercado español está próximo al producto, por lo que el aceite llega antes.
«Lo que pasa es que esa botella tiene mucho tiempo. La sociedad desconoce cómo funciona la cadena de valor del aceite. Tarda y está sometida a precios de contratos que no se corresponden con la cotización actual. Eso sin contar que no se consume tanto como aquí, por lo que puede llevar meses en el estante», asegura Montaño.
Entonces ¿por qué el precio del aceite antiguo es menor fuera y el de aquí sube? «Es que ese aceite antiguo no existe aquí, solo está en países que lo importan. El aceite de oliva no solo se consume en la cuenca mediterránea, se demanda mucho a nivel internacional», indica. Y ambos expertos aportan datos que muestran el porqué de estos precios.
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J. T. P.
Principales datos
En el mundo -los 172 países que consumen aceite de oliva- hay un consumo estable de 3.400.000 toneladas de aceite. Sin embargo, en la campaña anterior no se produjo lo suficiente para abastecerlo. De hecho, solo se obtuvieron 2.600.000 toneladas. El precio, con poca producción, ya iba a subir para esta campaña, algo en lo que las sequías han tenido directamente que ver.
Por un lado, Montaño señala que España produce de media 1.400.000 toneladas. El consumo interno suele ser de 500.000 toneladas, el resto -900.000- se exporta. Tanto en esta campaña como la anterior se han producido aproximadamente 700.000 toneladas. Esto es, que no se satisface la demanda.
Por su parte, Gordillo recuerda que es la campaña más corta desde el año 1996 y que, de hecho, en España no se ha llegado ni a las 662.000 toneladas. «Y el consumo que hay ahora no es el del 96, es más alto a nivel mundial. Producciones cortas, precio sube, no hay más».
«Esta subida se ha producido a lo largo del año, porque la campaña era muy corta y la demanda intensa. De ahí viene. Eso no quiere decir que todo el aceite se haya vendido a 8 y 9 euros. Habrá contratos que se hayan hecho hace un año y que esas envasadoras hoy estén perdiendo dinero».
Montaño, por otro lado, cree que han creado consumidores en todo el mundo -es la mejor grasa nutricional que existe- y que, por culpa del clima, España, Italia y Portugal han reducido mucho su producción. «Hace cinco años, casi la mitad del aceite de oliva pasaba por nuestro país para exportarlo luego, porque se le daba un nuevo valor. Ahora no hay suficiente».
Las grandes envasadoras tienen que vender y aguantar ese mercado que tanto ha costado crear -«y que tanto nos va a costar recuperar», reitera Gordillo-. Por eso acatan los precios de productos, cooperativas, almazaras... Necesitan atender esa demanda, y así se llega a esos
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