Apenas queda una semana para que se ponga en marcha la recolección de la almendra en la mayoría de las explotaciones de la comunidad. El sector inicia la cosecha con buenas perspectivas, aunque la campaña no será tan excepcional como la del año pasado, cuando se batieron todos los registros con más de 18.500 toneladas recogidas en Aragón. Tal y como indicó en su última previsión la Mesa Nacional de Frutos Secos (integrada por las cooperativas agroalimentarias y las principales organizaciones agrarias), la comunidad alcanzará este año las 16.855 toneladas, un 9% menos que en la campaña anterior. Con todo, la cosecha estimada será casi un 8% superior a la media de los últimos cinco años.
Con estas cifras, Aragón se mantiene como la comunidad más productora del país junto a Andalucía. De hecho, y según el Ejecutivo autonómico, es líder en cuanto a volumen, aunque otras fuentes lo ponen en duda ya que Andalucía cuenta con más de 140.000 hectáreas de almendros. Aragón es mucho más productiva porque bastantes explotaciones son de regadío, pero la superficie cultivada ronda las 70.000 hectáreas.
El fuerte crecimiento que ha registrado este cultivo en Aragón (hace cinco años apenas contaba con 62.000 hectáreas) la sitúan como una de las zonas más productoras del mundo, ya que no hay que olvidar que España es la tercera potencia a nivel mundial por detrás de EEUU y Australia (ambos países se encuentran eso sí a una gran distancia).
Las previsiones apuntan que este cultivo seguirá ganando terreno en todo el país. «Ahora España produce entre 50.000 y 60.000 toneladas, pero en cuatro años podemos estar en más de 140.000», subraya el responsable de frutos secos de UAGA, José Luis Sánchez, que destaca el crecimiento meteórico del almendro en todo el país. Las razones: un fuerte incremento de la demanda a nivel mundial, una mayor mecanización de los procesos y hasta ahora unos precios bastante dignos. «Todo ello ha hecho que muchos fruticultores, cuyas cotizaciones han caído en los últimos años, y algunos cerealistas hayan sustituido sus cultivos», explica Sánchez, que apunta que los buenos precios también atrajeron a fondos y constructoras
A pesar del incremento de la superficie, el agricultor de Aniñón considera que la subida de la demanda mundial será capaz de absorber ese aumento. Eso sí, la inquietud es que todo ello desemboque en precios más bajos.
SUBE LA IMPORTACIÓN DESDE EEUU / En los últimos años, el incremento de la cosecha y las «masivas» importaciones de almendra californiana ya han provocado una caída de las cotizaciones que reciben los agricultores. De hecho, los cinco euros por kilo que se pagan ahora distan mucho de los ocho que se llegaron a abonar, aunque los precios actuales aún otorgan un margen de rentabilidad. No obstante, si la caída se agrava las explotaciones más pequeñas lo podrían pasar realmente mal. «En las últimas campañas la almendra californiana ha llegado a cotizar por encima de la nacional», denuncian desde UAGA.
Por ello, el sindicato aboga por impulsar una marca propia para diferenciar la almendra aragonesa. Su creación podría ayudar a exportar directamente bajo ese sello, aunque para ello haría falta «más unión» dentro del sector. «Ahora la gran mayoría de la almendra aragonesa acaba en transformadoras de Cataluña», lamenta Sánchez, que apunta, por otra parte, que la granizada del lunes se quedará en un susto porque las almendras que tiró al suelo se podrán utilizar.