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El campo y la pesca reclaman acabar con la competencia desleal de países de fuera de la UE

21/09/2020
En: abc.es
Digital
El campo y la pesca reclaman acabar con la competencia desleal de países de fuera de la UE En los primeros meses de la pandemia tuvimos que importar algo tan relativamente simple de fabricar... ATLAS ESPAÑA Actualizado: 20/09/2020 21:18h Guardar Enviar noticia por correo electrónico Tu nombre * Tu correo electrónico * Su correo electrónico * En los primeros meses de la pandemia tuvimos que importar algo tan relativamente simple de fabricar como mascarillas quirúrgicas porque fuimos incapaces de hacer las suficientes. "¿Te imaginas lo que hubiese sido si también tuviésemos que haber importado la comida?, nos pregunta Jorge Izquierdo, ganadero de cordero lechal la colmenareña en el norte de Madrid. Antes de la pandemia la noticia era la protesta generalizada del campo reclamando principalmente precios justos y una competencia en igualdad de condiciones respecto a las importaciones de terceros países ajenos a la Unión Europea. Así por ejemplo, "¿cómo se explica que salga más barato importar cordero desde Nueva Zelanda o Australia?" se queja Jorge "nosotros tenemos una normativa de la más restrictiva del mundo que ellos no tienen que cumplir". Mientras, en el sector agrícola reclama igualdad de condiciones de cultivo para las producciones de fuera de la Unión. Por ejemplo, contra la lucha de las plagas. Mientras que el 10 de enero de 2020, la UE prohibió en el reglamento 2020/18 el uso de la sustancia activa clorpirifos y clorpirifos-metilo en países que nos importan no lo está. El clorpirifos está presente en muchos plaguicidas. Sin estos las cosechas no podrían luchar contra las plagas que les atacan. El problema es que además de acabar con la plaga también mata a otros insectos (fauna auxiliar) y en grandes cantidades puede ser perjudicial para la persona que los aplica."El problema- como señala Ricardo Bayo, técnico de UPA (Unión de pequeños agricultores) de Valencia- está en que países como Sudáfrica si que aplican fungicidas con ese principio activo". Pero lo hacen meses antes de ser recogida que los restos de la sustancia tóxica desaparecen o sino la meten en cámaras para que esos restos sean menores al 0,01 (límites de residuos mínimos o LMR admitidos a los importadores a la Unión según diario de la Unión Europea de 24 de julio) . "Sin embargo, nosotros no podemos darlo en ningún momento, y eso que hay plagas como el cotonet de les valls (delottococcus aberiae) que trajeron precisamente de Sudáfrica. Eso encarece enormemente nuestra producción porque no podemos luchar contra la plaga. Mientras las importaciones extranjeras no se les exige esos requisitos". A esto hay que añadir la huella de carbono que produce la importación desde tan lejos como manzanas de Nueva Zelanda como apunta Jesús Anchuelo también de UPA Madrid. Pero el problema no solo se da en el sector del campo, también en el mar. Visitamos la fábrica conservera de la Unión Salazonera Isleña en Isla Cristina (Huelva). Esta vez en vez de ver como un ejército de trabajadoras limpian laboriosamente el pescado para ponerlo en conservas. Pero esto es lo que siempre sale en los anuncios. Así que preferimos llegar cuando acaba su turno. Allí descubrimos a más de un treintena de mujeres que se encargan de limpiar concienzudamente y a fondo toda la fábrica. "Esto no lo verás en otros países", nos señala Sergio Baeza del departamento de marketing. "Allí la fábrica siempre está funcionando, no se para limpiar y por supuesto no se hacen con productos específicos de la Unión Europa. Si a esto le sumas el coste de la mano de obra, nosotros siempre estamos en desventaja. Es una competencia desleal porque además esos productos alimentarios que importamos no pagan ningún tipo de arancel". El problema raíz, como señala Gonzalo desde UPA Bruselas es que el sector primario de la Unión ha sido la moneda de cambio para negociar tratados con países en vías de desarrollo. El caso es que, como señala el agricultor Ángel González esa competencia desleal empuja el cierre de explotaciones o al traslado a terceros países. El problema será entonces, si con la comida nos pasará con las mascarillas que tuvimos que traerlas de China.-Redacción-
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