El principal desafío es reducir el peso de las botellas de vidrio. Varias bodegas españolas han tomado cartas en el asunto, junto con otras cuestiones vinculadas a la sostenibilidad de sus procesos Tres cavas y un fino para degustar en verano Finca El Romeral, de Bodegas Verum Si de algo puede presumir la industria vinícola es de lo rápido y efectivamente que ha implementado medidas de sostenibilidad ; a día de hoy es difícil encontrar una bodega que no cuente con energías renovables para abastecerse o esté desarrollando acciones para reducir la temida huella de carbono. Esto último resulta del volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen las actividades económicas y cotidianas del ser humano. Este parámetro se expresa en toneladas de CO2 emitidas y, en el caso del vino, es un hecho probado que la fabricación y el transporte de botellas son los principales componentes del proceso que conllevan mayor emisión. Por supuesto, la situación ideal sería que todos los envases de vidrio se reutilizaran o reciclaran porque, a diferencia de otros materiales, el vidrio puede reciclarse casi infinitamente. Pero eso no ocurre ni siquiera en países con grandes programas y directrices claras para los consumidores. Por ello, la mejor opción actual para reducir la huella de carbono de las botellas de vino pasa por apostar a favor de contenedores más ligeros , una guerra que en Europa lidera la gurú inglesa Jancis Robinson desde hace años y que por fin parece estar dando sus frutos. Y es que cada vez son más las bodegas que están tratando de reducir el peso de sus botellas a pesar de que esto, en la mayoría de los casos, suponga un incremento de precio . El motivo es que el vidrio más económico se produce en China, pero el envío hasta España también genera una gran huella de carbono, por lo que cada vez se buscan empresas más cercanas. Cuesta imaginar un futuro en el que el vino no se embotelle en vidrio, pero nuevas opciones están apareciendo en el mercado, como la botella Frugal , de la empresa inglesa Frugal Pac, fabricada con un 94% de cartón reciclado. Este formato cuenta con una bolsa de calidad alimentaria en su interior que contiene el líquido, es cinco veces más ligera que el vidrio, con un peso de 80 gramos, y tiene una huella de carbono seis veces menor. Durante muchos años el peso de las botellas se asoció a calidad y prestigio . Sin embargo, esa tendencia ha cambiado de forma veloz. Antes, una botella pesada era señal de que nos encontrábamos ante un gran vino. Es cierto que el grosor ayuda a proteger el contenido, sobre todo de la luz, pero hoy en día, con el conocimiento y cuidado con el que cuentan los consumidores, así como la mejora en las condiciones de transporte , es posible reducirlo sin riesgos. Se ha pasado, en algunos casos, del estándar de 1.500 gramos a que la tendencia sea 500 gramos, o menos. Veamos algunos ejemplos de proyectos que giran en torno a la sostenibilidad mediante estas medidas y otras, en aras de reducir al mínimo el impacto medioambiental. Juve&Camps Famosos por sus vinos espumosos , a lo largo de estos cien años de historia su producción se ha diversificado y actualmente elaboran otros tipos de vino en diferentes zonas de producción. Uno de sus principales objetivos es la reducción del impacto del vidrio, disminuyendo el gramaje de sus botellas. Su proyecto se ha iniciado con las de vinos tranquilos del Penedés, Propietat d'Espiells y con el vino tinto Casa Vella d'Espiells, pasando de 600 gr a 450 gr. En la próxima añada su intención es reducir el gramaje de las botellas de su bodega de Ribera del Duero, Pagos de Anguix. Asimismo, siendo conscientes del peso de las botellas de espumosos, están estudiando alternativas de disminución, aunque estas son las más delicadas debido a la presión interna y las largas crianzas de un mínimo de 36 meses. Ruuuts Este novedoso proyecto llega con ganas de revolucionar el mundo del vino y con la sostenibilidad total como elemento fundamental. Por ello, todos los elementos involucrados en la producción de una botella de vino mantienen esos estándares. No solo en el uso de botellas más ligeras, sino también con las etiquetas de papel certificado FSC ó PEFC, tapones derivados de caña de azúcar, inexistencia de cápsulas de plástico o aluminio y envío mediante cajas o palés que solo llevan papel y cartón. Los vinos de la nueva bodega Ruuuts Los vinos de la nueva bodega Ruuuts Con el objetivo de compensar el 100% de su actividad, y unidos a Trees 4 Humanity , han establecido un planteamiento basado en la plantación de árboles para la recuperación del bosque autóctono en Campoo de Yuso (Cantabria). Su compromiso es plantar un árbol por cada caja de vino. A esta cifra suman la cantidad de árboles que corresponda para compensar el transporte hasta sus clientes y los que sean necesarios para compensar la totalidad de su impacto. Estiman llegar a los 100.000 árboles en 2028. Familia Torres Hace años que la Familia Torres lidera las iniciativas para lograr reducir las emisiones y ser más eficientes. Por ejemplo, aplica la viticultura regenerativa en sus viñedos para llegar a un nuevo equilibrio basado en el incremento de la biodiversidad y de la materia orgánica de forma natural. Otro factor es la apuesta por las energías renovables, en 2023 superarán el 50% de autoconsumo energético. Bodegas Pacs del Penedés, de Familia Torres Bodegas Pacs del Penedés, de Familia Torres El conjunto de bodegas en España, incluyendo Jean León, ha reducido considerablemente las emisiones de CO2 disminuyendo el peso de tres de cada cuatro botellas producidas desde 2008. Actualmente, más del 95% de las botellas que utilizan son ligeras, manteniendo una media que no supera los 420 gramos . Para implementar este cambio a lo largo de estos años han trabajado estrechamente con las vidrieras, reduciendo el peso gradualmente a medida que las mejoras en las condiciones técnicas de fabricación de vidrio lo permitían. Aunque hay un coste extra en la fabricación de nuevos moldes, es una inversión que se recupera al cabo de un tiempo mediante la adquisición de estas botellas más ligeras. Bodegas Verum Bodegas Verum y la Universidad de Castilla-La Mancha se han unido en un proyecto de investigación que tras varios años ha lanzado una tecnología patentada para capturar el CO2 de la fermentación del vino. Esta tecnología no solo consigue atrapar el dióxido de carbono que se emite en el proceso de fermentación alcohólica del vino , sino que además lo transforma en carbonato de sodio. El objetivo es ser capaces de utilizar ese carbonato de sodio para elaborar sus propias botellas suponiendo un ejercicio de economía circular y reduciendo las emisiones de la producción y el transporte. Además, al ser de origen biogénico, es un producto amigable con el medio ambiente, a diferencia del producido en la industria química. Las botellas de Las Tinadas , sus Vinos de Paraje, tienen un peso de 395 gramos siendo unas de las más ligeras del mercado actualmente. MÁS INFORMACIÓN Vinos blancos para disfrutar en verano (I) Vinos blancos para disfrutar en verano (II) Once vinos tintos para una buena experiencia estival Reducir el peso de las botellas es un ejercicio a la mano de todas las bodegas y que asegura reducir emisiones y ser más sostenibles, esperemos que en un futuro sea una realidad. Brindemos por un mundo de botellas más ligeras y llenas de grandes iniciativas y propuestas.