De la edición genética a la selección de semillas: así trabaja la ciencia para adaptar los cultivos a la sequía

El cambio climático y la escasez de recursos hídricos hace imperativo encontrar plantas que resistan a la sequía. Mediante la modificación genética y la biología molecular se busca una eficiencia en los cultivos. Además de los cultivos transgénicos, actualmente tenemos las nuevas técnicas de edición genética CRISPR. En estas técnicas se corrige el propio ADN del organismo por lo que no interviene ADN foráneo. En los bancos de semillas se buscan variedades de trigo antiguas que se adapten a un clima árido, investigando las características de la planta que son favorables y mejorando la eficacia de los cultivos. Los expertos confían en los próximos avances en la mejora del riego, la modificación genética y la biología molecular, para hacer frente a la escasez de agua y a las necesidades alimentarias de la población mundial.