Cambio climático, balances de carbono y ganadería caprina

El calentamiento global de la atmósfera es ya una realidad causada por el aumento sin precedentes de los llamados gases de efecto invernadero (GEI) cuyo principal representante es el CO2. La huella de carbono (HC) es el indicador más utilizado para proporcionar información sobre la contribución de un determinado producto a la emisión global de GEI. Se estima que la ganadería contribuye, a nivel global, al 15-18% de las emisiones totales de GEI. En Europa, los sistemas pastorales, y particularmente las ganaderías de pequeños rumiantes se revelan como una actividad amenzada de extinción. En Andalucía y en España estos sistemas están asociados a una amplia diversidad de especies vegetales, razas ganaderas, paisajes y formas de gestión. Además, realizan un importante aporte al mantenimiento de los ecosistemas, así como de las formas de vida y cultura en el medio rural. Diferentes operadores implicados en el desarrollo de la actividad caprina en Andalucía y la Universidad de Sevilla han desarrollado el proyecto AMALTEA, con el título "Implementación de un sistema de asesoramiento para la gestión sostenible del caprino andaluz", en el contexto del Plan de Desarrollo Rural 2014-2020 de la Junta de Andalucía. El proyecto incluye de forma novedosa el aspecto ambiental en la línea de sostenibilidad de la actividad ganadera, proporcionando la posibilidad de calcular la HC de las granjas, y pretende incluir los resultados de la evaluación de las ganaderías andaluzas en forma de etiquetado de la calidad y sostenibilidad del producto, contemplando la inclusión de la HC como indicador ambiental junto a otros de carácter social