El francés Bertrand Sourdais quedó atrapado por el magnetismo de las antiquísimas viñas prefiloxéricas sorianas, del valle de Atauta, a finales del siglo pasado. Son algunos de los viñedos más singulares y remotos de la DO Ribera del Duero. Allí buscó la inspiración, como si fuera un artista. De hecho, describe su creatividad como "casi artesanal". Afirma este temperamental vitivinicultor que "el clima genera un microcosmos especial y se funde con las características de un terreno arcilloso, poroso, con mezclas calcáreas y arenas del Duero". Añade que las parcelas seleccionadas en el municipio de Atauta "gozan del privilegio de la naturaleza". Los viñedos resilientes de la DO Ribera del Duero rozan los 200 años Las vides de las que se nutren sus vinos parecen inmortales, unas plantas con una asombrosa resiliencia. Algunas de ellas rozan los 200 años. Bertrand Sourdais no tiene dudas a la hora de afirmar que "la naturaleza nos da 30 vueltas". Busca un fruto "delicado" con unas vides de escasísima producción para crear "un líquido divino". Se define como un vigneron, un viticultor que elabora vino de sus uvas. Descubrió estas viejas vides en 1999. Dice que supo no solo mirar, sino también "ver" en las tierras de Soria. También apunta que para hacer vino se hacen necesarios dos factores: "una idea y un gesto". También considera que se requiere un suelo y un clima adecuado, variedades adaptadas a este terroir y el factor humano, las prácticas culturales. Dicho esto, recuerda que "no hacemos tornillos". Vendimia a mano en la localidad de San Esteban de Gormaz (Soria) Bertrand Sourdais pertenece a la quinta generación de una familia de viticultores de Chinon (el municipio del Loira donde nació). Entre 1996 y 1997 colaboró en las prestigiosas bodegas de Burdeos Léoville Las Cases y Château Mouton Rothschild. En 1998, una gran añada, colaboró con la bodega de Álvaro Palacios en el Priorat y en la chilena Santa Rita. Un año más tarde se incorporó como encargado del viñedo de Pomerol (Burdeos) Château Nénin. Y entre 1999 y el año 2010 fue director técnico de la bodega soriana Dominio de Atauta, que cofundó. En 2005 tomó la gestión de Domaine de Pallus (en Chinon, Loira). En 2010 creó Bodegas Antídoto (durante la pandemia el nombre les ha ayudado mucho en lo referente a las ventas), y en 2011 creó Dominio de Es con su pareja, Olga Escudero. Hoy sigue en los tres últimos proyectos. Carravilla 2019. Dominio de Es. Tempranillo y albillo mayor. DO Ribera del Duero.495 euros Carravilla 2019 de Dominio de Es (Propiedad Escudero / Sourdais) se elaboró con las variedades autóctonas tempranillo (91%) y albillo mayor del valle de Atauta, en una pequeña pedanía de San Esteban de Gormaz. Son uvas de un ínfimo viñedo plantado en vaso en una pequeña parcela, de solo 0,27 hectáreas, hace entre 150 y 200 años. Nacen en la parte baja de ladera, con exposición sud. Lee también 40 años de la DO Ribera del Duero, la gran fiesta del vino Ramon Francàs Carravilla, donde se siguen los dictados de la agricultura biodinámica, está situada a 935 metros sobre el nivel del mar. Su suelo es arenoso, limoso, pedregoso y calcáreo. La producción se vendimió a mano en cajas de 12 kilos el día 26 de septiembre. Solo obtuvieron la pírrica cantidad de 702 kilos de pequeñas bayas (solo 1,90 gramos cada una). "Como muchas de las añadas que terminan en nueve, 2019 es, con diferencia, la mejor de las añadas de Dominio de Es", afirma Bertrand Sourdais. Un clima bastante seco, dos olas de calor y un viñedo que, a pesar de ello, no dio señal de ningún tipo de estrés. "Hoy todavía es difícil comprenderlo", añade este vitivinicultor. Del 1 de noviembre de 2018 hasta el 30 abril 2019 solo cayeron 266 litros de agua de lluvia. Y el 5 de abril nevó. Soria y su clima nunca nos dejan de sorprender" Bertrand Sourdais Viticultor El inicio de la brotación fue el 30 de abril. A pesar de las heladas de los días 4, 5 y 6 de mayo, la viña siguió creciendo a buen ritmo y sin dificultades. Sourdais afirma que "Soria y su clima nunca nos dejan de sorprender". En este sentido apunta que "nadie recuerda en Atauta haber visto una helada como la del 12 de junio". Por fortuna estuvo muy localizada y afectó sólo al 10% de sus viñedos. El Viñedo de Sourdais en el valle de Atauta cubierto de nieve en abril 2019 Los vinos de Dominio de Es se elaboran en unas Bodegas Antídoto que ya se han quedado pequeñas, de la que Bertrand Sourdais es propietario junto con David Hernando. Realiza un prensado directo de las uvas tintas y blancas, despalilladas completamente. Obtiene tres fracciones en el prensado, como en la Champagne. La extracción se realizó con riego con cubo cada día durante la fermentación alcohólica, durante 16 días. El mosto fermentó en dos barricas de segundo vino de roble francés de 600 litros, donde el vino permaneció criándose durante 18 meses. Bertrand Sourdais remarca que sus vinos no envejecen, sino que "maduran". Lee también Fondillón Luis XIV, un vino rescatado del olvido que rinde homenaje al Rey Sol Ramon Francàs Siete vinos españoles entre los 100 más emocionantes del mundo Ramon Francàs De capa media y color rubí. Es fresco, fluido, de textura aterciopelada, con notas de fruta roja jugosa y chocolatosas, con una punta mineral (grafito y tiza) y con la madera y el alcohol (14, 3º) muy bien integrados. Es armónico. Un DO Ribera del Duero con alma borgoñona. De esta añada solo se elaboraron 590 botellas. A Bertrand Sourdais le gusta armonizar este tinto de la más alta gama con un lomo de corzo, el mismo cérvido que causa estragos en sus micro viñedos. El 70% de la producción se comercializa en España. Sus principales mercados internacionales son Estados Unidos, Dinamarca, Suiza y Países Bajos.