Merck Animal Health y Vinovo presentan nuevas soluciones para mejorar la vida de los animales que evitan pulverizaciones en las granjas y permiten generalizar la vacunación 'in ovo', que ya se aplica al 80% de los pollos
La percepción que tiene la sociedad de sí misma y de sus preferencias depara, en ciertas ocasiones, sorpresas. En las decisiones de consumo de algunos alimentos parece instalado en primera línea el factor del bienestar animal . Pero, por cuarto año consecutivo, el "huevómetro" -una encuesta de la empresa Madison a instancias de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos ( INPROVO )- revela que entre los elementos de compra más determinantes no está el bienestar animal. Primero está la frescura, luego el tamaño y el precio, por este orden . A continuación, está el sistema de producción y la cría de las gallinas, el elemento decisorio que más crece.
La información del bienestar de las gallinas es la que más valora el 55,7% de los consumidores de huevos encuestados y un 54,3% estaría dispuesto a pagar entre el 10% y el 30% más si le garantizan un mayor bienestar animal. La noticia en este sentido es que s e han asociado dos gigantes mundiales para prevenir enfermedades y dar otra vuelta de tuerca al bienestar de estas aves . Uno está espacielizado en sanidad animal y el otro en automatización de plantas de incubación de huevos.
Se trata del acuerdo estratégico MSD Animal Health, conocido en Estados Unidos como Merck Animal Health , que pone su pericia en la vacunación; y de Vinovo, división de Viscon Hatchery Automation , con una tecnología de detección de latidos del corazón del embrión dentro del huevo, de aplicación selectiva de la vacuna in ovo y de transferencia de los huevos mediante pinzas mecánicas para mejorar la higiene en el proceso que va de la incubadora al nacimiento de los polluelos.
MSD Animal Health demuestra que no solo se innova desde la prevención sanitaria, sino también en la aplicación de tratamientos curativos para preservar el bienestar de la gallina . Por ejemplo, ante amenazas como el ácaro rojo, un parásito que genera estrés al animal mientras duerme y que se convierte en un reservorio de Salmonella. "Es beneficioso empezar por monitorizarlo en la granja cuanto antes para que el ganadero se anticipe rápidamente e impedir que se propague", explica Déborah Temple, veterinaria del Centro de Educación en Bienestar de Animales de Producción (FAWEC), en Cataluña.
Frente al ácaro rojo, hay aerosoles insecticidas, autorizados por la UE para usarse en animales destinados a la cadena alimentaria, pero "ha irrumpido una solución innovadora por vía oral que evita la exposición a la pulverización de las gallinas y el operario de la granja ", indica el avicultor andaluz Federico Álvarez.
Bajo estricto control veterinario se suministra el producto en los bebederos de las ponedoras para actuar sobre el sistema nervioso del ácaro adulto que parasita la gallina e interrumpir drásticamente su ciclo de vida. " Es un producto seguro para los animales hospedadores. Su plazo de supresión en huevos es de cero días y no deja ningún tipo de residuo en el huevo", afirman fuentes de MSD Animal Health, que ha desarrollado el tratamiento. En todo caso, las medidas de bioseguridad de la granja evitan o reducen el riesgo de entrada de toda clase de enfermedades y su posterior difusión dentro de ella y a otras granjas del entorno.
Vacunación 'in ovo'
En cualquier tipo de vacunación in ovo se inyectan vacunas vivas al huevo inmediatamente antes de que se traslade (cuando cumplan entre 17 y 19 días) de las bandejas de incubación a las cestas de nacimiento. Esta técnica relativamente reciente viene a desterrar la vacunación al primer día del pollito.
Así una vez nacido, reducirá el trauma de vacunarse, estará más protegido y sano frente enfermedades infecciosas , además de detectar esta técnica aquellos embriones que no son viables, eliminándolos de los que sí lo son para evitar posibles infecciones cruzadas. España produce 600 millones de pollos al año, de los que el 80% se vacuna in ovo, que se utiliza sobre todo para los broilers y en cierto modo para gallinas reproductoras, contra las enfermedades de Marek y Gumboro.
"El sector del huevo ya se preocupa del bienestar de las gallinas ponedoras para que el consumidor no se inquiete", manifiesta María del Mar Fernández, directora de INPROVO, que reúne al 90% del sector en España. Al referirse a los cuatro sistemas de producción de huevos (jaula acondicionada, en suelo, camperos y ecológicos), desde la Interprofesional no están hablando de que las gallinas estén en un sistema mejor ni peor, "sino que en cualquiera de ellos van a estar bien cuidadas y en buenas condiciones en granjas profesionales", sostiene María del Mar Fernández.
La UE impone la legislación más restrictiva del mundo para asegurar los más altos estándares de bienestar animal en ganadería , "pero si alguien tuviera alguna duda, estamos apostando por la garantía adicional de la certificación de las granjas, basada en el protocolo Welfare Quality, reconocido por la UE y que valora objetivamente a los animales y su relación con el entorno", añade.
Medidas objetivas Esta entidad aplica en España la certificación Welfare Quality evaluando parámetros objetivos basados en 4 principios básicos: buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado para su especie, agrupados en 12 criterios, desde ausencia de dolor, lesiones o enfermedades hasta garantizar los movimientos del animal.