La reserva hidráulica de los embalses ha descendido en el último año un 15,56% La reserva hidráulica de los embalses de Andalucía ha descendido en el último año un 15,56%, ya que en agosto se encuentra al 43,96% de su capacidad total, con 4.911 hectómetros cúbicos de agua almacenada, frente al 59,52% y 6.650 hectómetros del mismo mes de 2018. Esta situación también se refleja en que, de 55 comarcas agrarias, siete están en sequía meteorológica severa, mientras que el año pasado no había ninguna. Además, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica, los embalses, con una capacidad máxima 11.172 hectómetros cúbicos, tenían el 30 abril el 58,32 % de su capacidad (6.516 hectómetros), y, desde entonces, solo han perdido agua, de manera que encadenan tres meses y medio de pérdidas este año. Concretamente, y según los datos recabados del estudio comarcal para junio de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, hay siete zonas en sequía meteorológica severa en la región: las cuencas del Guadalete y del Barbate en Cádiz, Guadalhorce en Málaga, Campo de Dalías en Almería y las sierras de Cazorla y Segura en Jaén.
En comparación con el mismo mes de 2018, cuando había solamente seis comarcas agrarias en situación de sequía moderada, ahora hay 37 más, un total de 43. Así pues, únicamente las zonas de Sierra Morena, Mágina y el Condado en Jaén, Iznalloz en Granada y Los Vélez en Almería se encuentran dentro de la normalidad. Aunque en el ámbito geográfico de Andalucía las cantidades de precipitación en verano no son cuantitativamente muy relevantes, sí que es significativo que junio de 2019 ha registrado el valor más bajo de la serie histórica, calificándolo la Consejería desde el punto de vista pluviométrico como «extremadamente seco». El valor medio en este mes se situó en los 0,6 litros de agua por metro cuadrado, un 3,2% de las consideradas como normales. Estas bajas precipitaciones se registraron fundamentalmente en el tercio más oriental de la región y en áreas de la cabecera de las cuencas del Guadalete y Barbate, dos de las más afectadas.