Comienza la recolección de la oliva y la producción de aceite en Aragón. Una campaña que no llega con las mejores perspectivas. Hay "poca" producción y se debe a la falta de lluvias y a fenómeno vecero
Ya ha comenzado la recolección de las cosechas más tempranas en el olivar aragonés.
Sergio Ferrer
Comienza la recolección de la oliva en Aragón y la producción de ese oro líquido , ingrediente esencial de la dieta mediterránea, que tanto ha dado que hablar en los dos últimos años por sus disparados precios.
Las expectativas no son precisamente para echar cohetes en Aragón. Aunque en el conjunto del país los datos confirman una campaña que supone la vuelta a la normalidad, las estimaciones de cosecha de aceite en la Comunidad están muy alejadas de la producción conseguida el pasado año y que terminó arrojando un volumen muy superior a la previsiones iniciales, gracias a la gran cosecha conseguida en las explotaciones turolenses de la comarca del Matarraña, donde el cultivo llego a alcanzar el 100% de su capacidad productiva. Lo esperado ahora apenas es la mitad de lo obtenido entonces.
A comienzos del mes de octubre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación publicaba que, tras dos campañas "extraordinariamente bajas por la extrema sequía", las primeras estimaciones sobre la producción de aceite de oliva hablan de una recuperación de la producción en España.
Las previsiones del Ministerio apuntan a una producción de aceite en Aragón muy inferior a la del pasado año.
Heraldo
El aforo estimado para la campaña 2024/2025 por el Departamento que dirige Luis Planas se sitúa en 1.262.299 toneladas de aceite. La cifra supone un incremento del 48% respecto a la temporada anterior, lo que no resulta muy significativo si se tiene en cuenta la escasa producción conseguida entonces debido a la falta de precipitaciones. Lo destacado es que este volumen se sitúa un 4% por encima de la media de las seis últimas campañas . Unos "positivos datos", según señaló entonces el ministro, que permitirán recuperar el potencial productivo de este cultivo y "retomar la normalidad en los mercados".
Esa es la radiografía del conjunto del país. Pero si las previsiones enfocan a los olivares aragoneses la imagen es muy distinta . La producción de aceite prevista en la Comunidad se quedará, según las cifras del Ministerio, en unas 9.894 toneladas de aceite. "Es una producción muy baja, muy mala", señala la presidenta de la sectorial del aceite en Cooperativas Agroalimentarias de Aragón , Alicia Hernández, que señala que la organización empresarial sitúa las previsiones de cosecha en torno a las 12.000 toneladas. "Será que somos muy optimistas", reconoce.
Si se cumplen las estimaciones del Ministerio para Aragón, la Comunidad producirá en esta campaña un 45% menos que en 2023-2024. Entonces, y contra todo pronóstico, el sector del aceite de la Comunidad cerró la temporada con una "muy buena cosecha" que nadie esperaba poco antes de comenzar la recolección. Se esperaba obtener unas 10.000 toneladas de aceite, pero se recogieron cerca de 18.000 toneladas. Los grandes protagonistas fueron entonces los olivares del Bajo Aragón, especialmente los de la comarca del Matarraña , que obtuvieron una sobreproducción nunca vista hasta entonces.
En la provincia turolense apenas se espera obtener 1.508 toneladas de aceite, un 85% menos que en la pasada campaña
Es ahora también el Bajo Aragón el que protagoniza la caída estimada de la producción, que se sitúa nada menos que un 31% por debajo de la media de los últimas seis ejercicios. En la provincia turolense se espera una cosecha de apenas 1.508 toneladas de aceite, un 85% menos si se compara con las 10.090 conseguidas en la campaña anterior y una cifra también muy alejada de las casi 7.000 toneladas en las que se sitúa la media del periodo 2018-2024.
Unas altas temperaturas durante la primavera que dificultaron la floración y la extrema sequía que este año ha golpeado , de nuevo, sin piedad a la provincia turolense explican este nada alentador escenario en el que cobra especial protagonismo la vecería, ese fenómeno tan característico del olivar por el que tras un año de producción abundante, los árboles guardan nutrientes y, por lo tanto, su cosecha se ve muy reducida en la siguiente campaña.
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"Lo sufre especialmente el empeltre", señala Hernández, que recuerda que esta es la variedad estrella del Bajo Aragón, y se va a dejar sentir en los cultivos del Matarraña que tras el pasado "cosechón", como llegaron a calificarlo los propios productores, se enfrentan ahora a una complicada y muy escasa campaña. Se prevé también un descenso de la producción en Huesca, pero es mucho menos significativo . Las primeras estimaciones esperan una cosecha de aceite de 2.000 toneladas . Supone una caída del 14% respecto al año anterior, pero es tan solo un 1% inferior a la media de los últimos seis años.
La situación es muy distinta en la provincia de Zaragoza. Las expectativas apuntan a una producción de 3.686 toneladas de aceite , es decir, un 27% más que en la campaña anterior y un porcentaje similar (un 26%) de la producción promedio del periodo 2018-2024.
Con estas perspectivas, olivareros y almazaras se enfrentan a la recolección "con poca alegría", reconoce la representante del sector en Cooperativas Agroalimentarias de Aragón. Y es, como señala Hernández, aunque el aceite de oliva virgen se mantiene todavía a precios "adecuados" para los productores, "cuando no tienes cosecha, por muy caro que vaya el producto, lo que te vas a llevar es cero", matiza.
De momento, la recolección solo está dando los primeros pasos, ya que comenzará a generalizarse a finales de octubre . Lo que ahora se produce en las almazaras es el aceite de cosecha temprana, llamado también aceite verde y que es aquel que se obtiene de las olivas más jóvenes o en envero, es decir recogidas antes de que cambie de color de verde a negro. Y no son muchos los productores que optan por esta práctica, porque, como explica Hernández, aunque los consumidores valoran cada vez más el aceite verde "es mayor el consumo de aceites más maduros, no tan afrutados y menos fuertes".
Mientras el grueso de la cosecha llega, el sector se mantiene con el enlace (existencias entre una y otra campaña) más escaso de los últimos años. Apenas se llega, detalla la representante de las cooperativas, con unas 182.000 toneladas. Es un volumen muy inferior al que se disponía el pasado año (248.000 toneladas) cuando las cifras ya eran bajas y está muy lejos de las 400.000 toneladas de enlace que suele quedar en un año "normal".
En boca de todos
De lo que queda y de la cosecha que viene dependerá, de nuevo, los precios de este producto estrella de la dieta mediterránea que durante el último año ha estado en boca de todos. Sus históricas subidas de precios han acaparado las conversaciones de consumidores, productores y expertos, que pronostican una relajación de los precios ahora que comienza la nueva campaña.
Pero hasta que eso suceda, el escaso enlace disponible tras una cosecha tan corta como la de la pasada campaña ha permitido cerrar operaciones a buenos precios. "Sin embargo, las operaciones a futuro que se cerraron hace un tiempo lo hicieron a precios menores ya que se preveía una mejor cosecha, por lo que nos estamos encontrando que aceites del año pasado son ahora más caros que los productos más nuevos", explica la representante de Cooperativas Agroalimentarias.
"Es previsible que los precios actuales se mantengan porque tampoco es que vaya a haber una superproducción ni en España ni el mundo"
En cualquier caso, Hernández, que destaca que el precio del virgen extra se sitúa en torno a los siete euros el kilo, prevé que estas cotizaciones se vayan manteniendo "porque tampoco es que vaya a haber superproducción ni en España ni en el mundo".
Pese a todo, la representante del sector en la organización cooperativa insiste en que lo ideal sería conseguir un equilibrio en el precio "para que los consumidores puedan acceder a un producto asequible pero también para que los productores puedan vivir de sus olivares".
De primera necesidad
A pesar de la complicada campaña que se avecina en Aragón, el sector aplaude el nuevo estatus con el cuenta el aceite de oliva, que también se dejara sentir en su precio. Ha terminado el periodo en el que este producto no tenía IVA (impuesto sobre el valor añadido). Este impuesto se sitúa ahora y hasta el diciembre en el 2% pero entonces se quedará ya definitivamente en el 4%, ya que el Gobierno ha decidido considerar el oro líquido como un producto de primera necesidad.
"Esto nos pone en una situación ventajosa, nunca habíamos tenido esta consideración", señala la representante de Cooperativas, que reconoce que pasar de un IVA del 10% a tenerlo al 4% "va a favorecer mucho al sector".
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