Menú Tierra Nemo's Garden, el primer huerto submarino de plantas terrestres Seis cápsulas transparentes, con un centenar de semilleros y llenas de 2.000 litros de aire cada una, cobijan frutas y verduras bajo la costa italiana Buceando, buceando. Así fue como a Sergio Gamberini, fundador de Ocean Reef Group, una empresa de equipos de buceo y esnórquel, se le ocurrió unir sus dos pasiones, la jardinería y el buceo, y crear un huerto submarino en pleno mar Mediterráneo. Lo llamó Nemo's Garden, y desde entonces allí crecen tomates, fresas, rábanos, albahaca, menta, orégano y otras plantas de temporada. El primer experimento se realizó en 2012. Diez años después, el jardín cuenta con seis cápsulas o biosferas formadas por semiesferas de plástico acrílico trasparentes, con una capacidad aproximada de 2.000 litros de aire, ancladas al fondo del mar por 28 cadenas, a profundidades de entre 5 y 10 metros. Se trata de un proyecto pionero en crear un sistema agrícola alternativo y sostenible que pretende dar solución al acuciante problema de los pesticidas y la escasez de agua en la agricultura industrial. «La agronomía moderna, el fitomejoramiento, los agroquímicos como los pesticidas (cuyo empleo actual es de 2,5 millones de toneladas anuales en todo el mundo), los fertilizantes y las mejoras tecnológicas, han aumentado el rendimiento de los cultivos, pero al mismo tiempo han causado daños ecológicos generalizados y efectos negativos para la salud humana», recogen los propulsores de Nemo's Garden en su web. El ecosistema cerrado creado dentro de las biosferas está preservado frente al ataque de los parásitos, por lo que no es necesario el uso de pesticidas, lo que significa que es un ambiente ecológico. Por su parte, los fertilizantes empleados son de origen natural. En cuanto al problema de la escasez de agua, la agricultura representa el 70% del consumo de agua dulce en todo el mundo, por lo que nos enfrentamos al desafío de producir más alimentos para una población mundial creciente. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dentro de 20 a 30 años habrá que alimentar a 9.000 millones de habitantes en nuestro planeta, pero con recursos hídricos más reducidos y sometidos a las inclemencias del cambio climático. Por tanto, la apuesta por un sistema submarino de la agricultura se muestra como una alternativa interesante, especialmente para regiones costeras que se ven afectadas por sequías frecuentes o donde la tierra es escasa, como Las Maldivas, pues estas granjas submarinas solo necesitan una fuente externa de agua al inicio del crecimiento de las plantas. Concretamente, en la Bahía de Noli, en Liguria, Italia. En el interior de cada una de las seis cápsulas que forman el Nemo's Garden crecen unas 90 plantas, que se cultivan hidropónicamente, es decir, sin tierra (en este caso utilizan lana de roca, un tipo de sustrato muy empleado en horticultura), en un ambiente controlado. El sistema consiste en un tubo de 10 metros de longitud relleno de sustrato de lana de roca, donde se colocan las semillas, situado en cada una de las biosferas en forma de espiral descendente. Este se conecta con un tanque situado en la parte más baja de las biosferas, donde están el agua condensada y los fertilizantes. Gracias a un sistema de bombeo, esta nutritiva mezcla llega a la parte superior del tubo y desde allí descienden por la fuerza de la gravedad. Los factores clave que permiten el crecimiento de las plantas son: la temperatura (del aire dentro de la biosfera y del agua de mar circundante), la iluminación y la humedad interior. La temperatura del aire dentro de las biosferas permanece estable entre los 24-32 °C en verano, con una variación de entre 3-4 °C entre el día y la noche. Dado que la temperatura dentro de las cápsulas es más alta que la del agua de mar, esta se evapora en el interior de las biosferas dando lugar a agua dulce. Por lo general, las plantas necesitan entre un 70 y un 75% humedad relativa (HR%) en condiciones estándar de crecimiento en la tierra, pero bajo el mar se han registrado valores de entre 85 y 90% de HR. Es decir, debido al alto contenido de humedad, se acumula una gran cantidad de agua dulce en las superficies de la biosfera, que se recoge y a la que se le añaden minerales antes de incorporse al sistema hidropónico. Todo ello hace que el Nemo's Garden sea un sistema autosostenible. Un dato curioso es que las investigaciones realizadas en este jardín submarino han demostrado que las condiciones de mayor presión que hay bajo el mar afectan positivamente al crecimiento de las plantas, lo que significa que germinan más rápido. La profundidad tampoco parece ser un problema. Como para alcanzar los semilleros del Nemo's Garden la luz solar tiene que atravesar la masa de agua de mar y las cúpulas de las biosferas, la iluminancia de los vegetales es menor respecto a aquellas plantas terrestres que reciben luz solar directa. Si embargo, la reducción lumínica no impide la fotosíntesis. Los estudios realizados en el marco de este proyecto han demostrado que la cantidad de luz que llega a las biosferas es suficiente para permitir el crecimiento de las plantas. Todas estas variables se monitorean las 24 horas del día en el laboratorio submarino, y todos los datos en vivo se comparten en su sitio web, para que cualquier persona de la Tierra pueda ver lo que ocurre en este invernadero submarino. Hasta ahora se ha probado a cultivar diferentes tipos de ensalada (rúcula, lechuga...), tomates, calabacín, frijoles, guisantes, hierbas (albahaca, menta, orégano, salvia, romero, tomillo, cilantro, comino negro, regaliz, mejorana...), flores, aloe vera, fresas, lavanda, caléndula, estevia, rábanos y hongos, entre otros, obteniendo resultados de éxito variables. Sin embargo, los límites de lo que se puede cultivar, y lo que no, bajo el agua aún no se han definido claramente, por lo que las investigaciones continúan para determinar los tipos de vegetales adecuados para la agricultura submarina. En cuanto a la limpieza de las cúpulas, se realiza una o dos veces al mes por el equipo de buceo del proyecto, aunque la idea, a futuro, es automatizar esta tarea. En el corazón del Nemo's Garden se erige el 'árbol de la vida', una estructura metálica de 3,5 metros de alto y media tonelada de peso que simula una palmera cuyo nombre hace un guiño a la película 'Avatar'. Dicho 'árbol' sirve de conexión entre el huerto submarino y la torre de control de tierra, ubicada en la costa de Noli. Esta torre permite supervisar el funcionamiento del Nemo's Garden y mantener la comunicación con los buzos que operan en el jardín, tanto fuera como dentro de las biosferas. Un aspecto interesante de Nemo's Garden es que forma parte del Ocean Reef Innovation, un proyecto que ofrece la posibilidad de alquilar parte o la totalidad de una biosfera a empresas que quieran realizar investigaciones independientes. El periodo de alquiler es de un mínimo de un mes y un máximo de dos meses y medio. 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