INFORMACIÓN ACERCA DE LAS COOKIES UTILIZADASTe informamos que en el transcurso de tu navegación por los sitios web del grupo Ibercaja, se utilizan cookies propias (ficheros de datos anónimos) y de terceros, las cuales se almacenan en el dispositivo del usuario, de manera no intrusiva. Estos datos se utilizan exclusivamente para habilitar y estudiar algunas interacciones de la navegación en un sitio Web, y acumulan datos que pueden ser actualizados y recuperados. Puedes obtener más información, conocer cómo cambiar la configuración y/o revocar tu consentimiento previo al empleo de cookies, en nuestra sección Política de cookiesPolítica de cookies


La producción de aceite vuelve a caer en Tarragona en plena subida de precios

22/09/2023
En: lavanguardia.com
Digital
Los agricultores alertan de que el incremento de los costes y la pérdidaaceitunas vuelven a dejarles sin ganancias Segunda campaña consecutiva en las Terres de l'Ebre y Tarragona en la que la producción de aceite de oliva caerá a la mitad. La campaña de la aceituna volverá a ser "complicada", con pérdidas significativas entre el 40% y el 50%, ligeramente mejor que en la recolecta del pasado año, cuando las pérdidas fueron del 70%. La sequía y el calor afectó a los olivos durante la floración y el escenario de escasez de aceite sitúa el inicio de la campaña de cosecha en un contexto de precios disparados. Los agricultores alertan de que este aumento de precios no repercute en sus bolsillos, ya que con los costes de producción disparados y la falta de fruto volverán a quedarse sin ganancias. Las cooperativas temen también que se frene el consumo de aceite de oliva y las exportaciones. Precios La garrafa de cinco litros de aceite ha pasado de valer entre 25 y 28 euros a venderse sobre los 40 euros Las lluvias de las últimas semanas y días "serán buenas" y ayudarán a estabilizar" el fruto y mejorar la producción de aceite de oliva, pero "ya no se puede recuperar" la parte de la cosecha que se perdió durante la floración, justamente por la falta de lluvias de la primavera y también por las altas temperaturas. Pere Albacar, director de Olivite Export - formada por cinco cooperativas oleícolas ebrencas -, explica que el calor hace que "la flor que consigue salir, al final, no crece correctamente y se pierde producción". En la última cosecha 22/23 ya se perdió entre el 50% y el 70% del fruto en el territorio y la producción de aceite se desplomó. De hecho, según datos de la FCAC (Federación de Cooperativas Agrarias de Catalunya), se produjeron 15.000 toneladas de aceite en Catalunya (la media habitual supera las 30.000), la peor cifra de las últimas dos décadas. Aún así, será una campaña compleja y de producción media-baja, "muy inferior a la media e incluso con zonas, tanto del Baix Ebre y del Montsià como de la Terra Alta, que podrían no tener cosecha. La falta de oferta, también en el resto de España - principal productor mundial de aceite de oliva - ha provocado un desbarajuste en el incremento de precios del aceite y también cierta especulación. En pocos meses, el coste del aceite para el consumidor se ha disparado. En este sentido, Antoni Galceran, responsable del sector del aceite y la oliva de la FCAC, asegura que la garrafa de cinco litros de aceite ha pasado de valer entre 25 y 28 euros a venderse sobre los 40 euros, y el fruto, aceituna, se pagaba a unos 60 céntimos de euro por kilo o menos, hace dos años, y se acerca ahora al euro por kilo (90 céntimos de euro, aproximadamente). Para un litro de aceite se necesitan 6 o 7 kilos de oliva. Los rendimientos del fruto son muy variables y de ello depende también cuánto cobra el payés. A pesar de que este aumento de los precios del aceite también se refleje, proporcionalmente, en el precio de la aceituna, los beneficios de los oleicultores siguen quedando cortos. Será el segundo año que pierdan mucho fruto y también que asumen costes de producción disparados como, entre otros, la energía, los fitosanitarios y los carburantes. "Evidentemente que el precio sube y es bueno para el productor, pero pese al remolino de noticias e, incluso de memes en Internet sobre enriquecimiento con el aceite, si la producción es muy baja, por muy alto que sea el precio, no hay ganancia suficiente", ha remarcado Albacar. La FCAC también ha criticado que el aceite de oliva haya pasado de ser "el producto de reclamo" de los supermercados con precios excesivamente bajos - por debajo del precio de producción - para competir con las cooperativas, a "apuntarse al carro de la especulación" y triplicar su precio. "Las cooperativas y los productores no especulamos. Mantenemos un precio que es lógico, antes y ahora", ha reivindicado Antoni Galceran. "8 euros por litro no son los 12 o 13 euros a los que se vende en los supermercados", ha ejemplificado. Los agricultores están dolidos con esta proyección de enriquecimiento que se está produciendo por el incremento del precio del aceite y sobre todo por el hecho de que se sitúe los productos alimenticios básicos como los responsables de la inflación. Según los cálculos del FCAC, el actual precio del aceite repercute en 3 euros por persona y año en la factura alimentaria de una familia que "lo utilice para todo". Ésta es la diferencia de precio teniendo en cuenta los datos de consumo medio de aceite de oliva en el país que es de 10 litros por persona cada año. "Tampoco es tanto, ¿no?", cuestiona el responsable de la Federación de Cooperativas. La previsión de cara a los próximos meses es que este ligero incremento de la cosecha de aceituna frene la escalada de precios, aunque se mantendrán altos. "Estamos hablando de precios altos porque no hay disponibilidad de producto, que es lo que más nos disgusta de la situación. El precio debía subir porque han aumentado los costes de obtención, pero llegar estos extremos es peligroso porque no sabemos si se puede reducir el consumo", ha alertado el director de Olivite Export. El recelo de que los precios hagan caer el consumo lo tienen sobre todo fuera del país. La exportación en Olivite Export se ha reducido ya un 30% o un 40% en algunos de sus mercados. En países receptores que tienen cultura de aceite de soja o girasol, posiblemente se cambie el consumo hacia este tipo de aceites. "Para un consumidor catalán o de las Terres de l'Ebre es más difícil que esto ocurra", ha explicado Pere Albacar. Galceran apunta que es necesario aprovechar la situación de escasez para insistir en la calidad, las bondades culinarias y los beneficios en la salud del producto, así como de la importancia del sector primario, la soberanía alimentaria y los productos de proximidad. "La lección sería que cuando vuelva la normalidad y los precios se estabilicen, no vuelvan a haber altibajos. El precio anterior quizás era demasiado bajo, porque los productores no podían ganarse bien la vida, pero que sea asequible para el consumidor", ha defendido. Como en otros cultivos, la cosecha de la aceituna se adelantará a mediados de octubre por el cambio climático y también por la tendencia a realizar unos "aceites más verdes y de mayor calidad". También terminará antes gracias a la tecnificación de la recolecta por parte de los agricultores. La campaña se ha acortado hasta final de año. Aunque las variedades autóctonas de la DOP Baix Ebre-Montsià son la la morruda, la sevillana y la farga y en la Terra Alta el injerto, en los nuevos cultivos con riego de apoyo se apuesta sobre todo por la arbequina, más extendida en Siurana y en el Camp de Tarragona. "Es una variedad que produce bastante, que da unos aceites muy equilibrados y, por tanto, no aquí, sino mundialmente, la arbequina se ha plantado y se planta muchísimo", ha explicado Galceran.
Fundación Bancaria Ibercaja C.I.F. G-50000652.
Inscrita en el Registro de Fundaciones del Mº de Educación, Cultura y Deporte con el nº 1689.
Domicilio social: Joaquín Costa, 13. 50001 Zaragoza.