El mundo gira alrededor de la sostenibilidad y el sistema alimentario actual debe sostenerse en esta premisa, con los principales objetivos de reducir su impacto ambiental y respetar la biodiversidad. Con esta filosofía, Barcelona celebra la Semana Ciudadana de la Alimentación Sostenible durante la cual, hasta el 24 de octubre, reflexiona sobre la relación entre los hábitos alimentarios y aspectos tan transversales como la crisis climática, el desarrollo económico local, la cultura, la política, los derechos sociales y la salud. El 90% del agua que se atribuye a la producción de carne es "agua verde", procedente de la lluvia y no compite con el abastecimiento humano Diversos organismos internacionales, desde Naciones Unidas a la Unión Europea, han advertido de que la sostenibilidad alimentaria, para que sea realmente sostenible, tiene que ser generalizada y accesible. Además, estos abogan por actuar por un sistema alimentario que tenga en cuenta a todo el mundo, sin excluir a nadie, que vele por la salud de la población y de todo el planeta. Un sistema que fomente la proximidad para fortalecer las economías locales y que combata la emergencia climática, evite el despilfarro de los alimentosy cree un sistema alimentario resiliente ante las amenazas globales. Alineados con el Pacto Verde Europeo En este sentido, el sector del vacuno de carne que trabaja desde hace más de tres años con diferentes proyectos continúa avanzando en su compromiso con el consumidor y el medio ambiente. El pasado septiembre, la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno (PROVACUNO) defendió en el marco de la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU un sistema alimentario "sostenible, resiliente y equilibrado", en palabras de su director Javier López. Esta estrategia, que está en el corazón del Pacto Verde Europeo para lograr que los sistemas alimentarios sean saludables y sostenibles, quiere lograr un impacto ambiental neutro o positivo, ayudar a mitigar el cambio climático, revertir la pérdida de biodiversidad, garantizar la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud pública y la asequibilidad de los alimentos. "Hemos dado pasos de gigante y estamos en condiciones de garantizar que podremos cumplir con los grandes objetivos que se ha marcado la Unión Europea y el propio sector", remarcó López. La carne de vacuno mantiene su protagonismo en los hogares españoles, siendo uno de los alimentos que menos se desperdicia PROVACUNO "Promovemos el consumo equilibrado de alimentos dentro de una dieta variada, basada en las recomendaciones que establecen las autoridades sanitarias, junto a un estilo de vida activo y hábitos saludables", resaltó el director de PROVACUNO. PROVACUNO remarca que la producción ganadero-cárnica es un pilar esencial del conjunto global del sistema alimentario mundial, e indispensable para garantizar la sostenibilidad medioambiental, social y económica "Defendemos la producción de alimentos sostenibles desde el punto de vista medioambiental que mantienen el medio rural vivo; pero, al mismo tiempo, recordamos que éstos deben ser asequibles y con las garantías que nuestro modelo de producción, el más exigente del mundo, proporciona al consumidor", explicó. Objetivo: sin emisiones en 2050 El sector del vacuno de carne en su compromiso por alcanzar la sostenibilidad en línea con las estrategias de la UE está trabajando a distintos niveles para lograr la mitigación y adaptación al cambio climático, impulsar la economía circular, proteger la biodiversidad, hacer un uso más racional y eficiente del agua, y centrarse en la búsqueda de la sostenibilidad económica y social. Por todo ello, desde PROVACUNO se destacan las múltiples ventajas medioambientales de un sector con una producción ganadera anual valorada en más de 3.000 millones de euros. La actividad del sector de vacuno de carne en España es compatible con la consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo y Estrategia De la Granja a la Mesa de la UE PROVACUNO Según datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, el sector del vacuno de carne en España representa el 3,6% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI), una cifra que irá reduciéndose gracias en buena parte a la modificación de los sistemas de manejo y alimentación y la mejora de los pastos. No obstante, el 80% de todos los GEI generados por la ganadería en el mundo proceden de los países en vías de desarrollo, según la FAO. El vacuno de carne es un sector clave para prevenir los incendios forestales y emisiones asociadas, conseguir ecosistemas neutrales, minimizar la huella hídrica, fertilizar cultivos, reducir la erosión de los suelos y el desperdicio de alimentos y conservar la biodiversidad Entre otros logros, los productores de vacuno de carne han conseguido reducir las emisiones asociadas a los estiércoles en un 18 %, mientras que en la actualidad trabajan en el programa europeo Life Beef Carbon para reducir al menos un 15 % las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos diez años. Y, entre las iniciativas más ambiciosas, PROVACUNO ha publicado la estrategia Vacuno de Carne Carbono Neutral 2050 en colaboración con científicos españoles para alcanzar la neutralidad climática en 2050, y con anterioridad a las estrategias de la Unión Europea como el Green Deal o el Farm to Fork. Lee también La estrategia del sector de la carne de vacuno español para reducir emisiones Carmen Fernández Como primera piedra de este proyecto publicó un Código Buenas Prácticas Medioambientales, una meta que "marcará un antes y un después, porque será un hito histórico, alineado con las grandes estrategias impulsadas por la UE", destaca la organización. El sector ganadero-cárnico apuesta por modelos eficientes de producción, marcados por la sostenibilidad y el bienestar animal Andres Magai- www.photomagai.com En las mesas de España, cuna de la dieta mediterránea, la carne de vacuno, fuente de proteínas, minerales y aminoácidos, mantiene su protagonismo. Es, de hecho, uno de los alimentos que menos se tira en los hogares. Una cuestión que también tiene consecuencias sobre la salud del planeta: su mínimo desperdicio representa menos del 0,5% del total y esto es un pilar fundamental para combatir el 10% de las emisiones globales que se vinculan al desperdicio de alimentos, tal y como destacó el panel de expertos de la ONU en 2019. La Carne de Vacuno apenas representa el 0,4% del total del desperdicio alimentario en España, mucho menos del que se produce en otros alimentos que llegan a nuestras mesas. Según el último informe del IPCC de la ONU, el desperdicio alimentario supone el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero Las múltiples ventajas medioambientales de la carne de vacuno El sector ganadero-cárnico apuesta por modelos eficientes de producción, marcados por la sostenibilidad y el bienestar animal, reciclando materias primas y sus productos, ahorrando fertilizantes y reduciendo la huella hídrica y energética. Por ejemplo, el 90% del agua imputada a la huella hídrica de un kilo de carne de vacuno, estimada en 15.000 litros, corresponde al agua de lluvia que cae en las fincas y sería la misma que para 1 litro de aceite de oliva e incluso mucho menor que los 25.000 litros para un kilo de algodón. Además, el mantenimiento de la ganadería en el medio rural y la utilización de las superficies de pastos genera un amplio abanico de servicios ecosistémicos, entre los que destacan el secuestro de carbono, la retención de agua y recarga de los acuíferos, la lucha frente a la erosión y la conservación de la biodiversidad. "El 50% de los fertilizantes utilizados en el mundo son de origen animal, ya sean deposiciones en los pastos o estiércol para los cultivos, y son fundamentales para reducir el empleo de alternativas químicas en la agricultura", añade PROVACUNO. Los pastos actúan sumideros de dióxido de carbono y el ganado limpia los montes contribuyendo activamente a la prevención de incendios contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático David Mazon (c) Entre otras ventajas medioambientales, la prevención de incendios es una de las actividades esenciales que desempeña la ganadería de vacuno de carne en las dehesas y áreas de montaña, para contribuir a la mitigación del cambio climático y al mantenimiento de la biodiversidad y los ecosistemas rurales. Su trabajo diario es un seguro para minimizar de forma económica, eficaz y sostenible el riesgo de incendios, uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero a la atmósfera.