Imagen de las obras de construcción de la sexta nave de gallinas ponedoras. Patricia Puértolas
La empresa Interovo, de origen holandés, mantiene su apuesta por el municipio de Grañén pese al revés sufrido el pasado octubre, cuando un incendio arrasó una de sus cinco naves de gallinas ponedoras. De hecho, la firma tiene previsto volver a levantar esta infraestructura y además, sigue adelante con sus planes de ampliación, que incluyen la construcción de una sexta nave así como la creación de un centro de embalaje de huevos.
Las obras de estas dos últimas infraestructuras ya están en marcha y en total, suponen una inversión superior a los 3 millones de euros. De cumplirse las previsiones, ambas entrarán en funcionamiento el próximo mes de septiembre. En una primera fase, la ampliación generará cinco nuevos empleos, incrementando la actual plantilla, que ya ronda los 50 trabajadores. En estos momentos ya es visible la estructura de la nueva nave que tendrá capacidad para 131.000 gallinas ponedoras. Con ellas, el complejo superará el millón de aves.
De forma paralela, la empresa ya ha retirado los restos de la nave siniestrada, que volverá a levantar, aunque en un nuevo emplazamiento. El incendio, que tuvo su origen en un cortocircuito, se produjo el pasado 21 de octubre y por fortuna, no causó daños personales. En ese momento, había 14 trabajadores en el complejo, desde personal de mantenimiento hasta granjeros o empleados de fábrica, que pudieron abandonar ilesos las instalaciones. Además, la actuación de los equipos de emergencia impidió que el fuego se propagara al resto de las infraestructuras del complejo aviar, que cuenta con otras cuatro naves de gallinas, un silo de pienso y una fábrica de huevo líquido. Este último producto se dirige a la industria alimentaria, ya que forma parte de la elaboración de mayonesas, tortillas, pastas o productos de pastelería. La compañía holandesa es proveedora de grandes marcas como Kraft o Nestlé.
El alcalde de Grañén, Carlos Sampériz, califica de "excelente noticia" los planes de ampliación de la empresa, especialmente después del incendio sufrido, lo que "demuestra su compromiso y solvencia". "Aquella jornada debo reconocer que temí por el futuro de la empresa. No obstante, sus responsables siempre nos transmitieron un mensaje de tranquilidad y sin duda, han cumplido, lo que hace que cuenten con todo el apoyo del consistorio", añade. Además, el primer edil subraya la importancia de que se incluya la creación de un centro de embalaje de huevos, ya que "necesitamos de proyectos de transformación, que aprovechen la materia prima existente y generen empleo y riqueza".
En la actualidad, el complejo de Grañén, que inició su actividad en 2007, es el mayor que la empresa holandesa tiene en la provincia de Huesca, a la que llegó atraída por la baja densidad de granjas ponedoras y la cercanía de las materias primas. El resto de instalaciones están situadas en Loporzano, Nueno, Apiés, Salillas y Lanaja, donde coexisten diferentes tipos de instalaciones. De hecho, los complejos situados en estas dos últimas localidades están dedicados a la cría de gallinas camperas. En Lanaja, como ejemplo, las instalaciones suman 200.000 y un porcentaje de los huevos producidos se destinan a la fábrica de Grañén. En su conjunto, los seis centros suman unos 2 millones de gallinas y generan un centenar de empleos.