La ganadería ecológica extremeña toma fuerza La tendencia ha sido radicalmente opuesta a la de la agricultura ecológica, con un aumento del 35% en el número de explotaciones hasta alcanzar las 393. Son muy diversas las cabañas, pero entre todas destacan las de vacuno de carne y, en menor medida, el ovino también de orientación cárnica En los últimos 20 años la superficie de cultivos ecológicos a nivel mundial se ha multiplicado por 7 alcanzado los 70 millones de hectáreas y un valor por encima de los 90.000 millones de euros. Europa concentra alrededor del 40% del valor de la producción mundial. En nuestro país tampoco ha dejado de crecer este tipo de agricultura, con casi un millón más de hectáreas en 2018 con respecto a 2008. Estos datos posicionan a España como el país con mayor superficie ecológica de Europa y el cuarto del mundo.
De acuerdo con los últimos datos disponibles del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la superficie de agricultura ecológica aumentó en España un 8% entre 2017 y 2018, alcanzando las 2.246.474 hectáreas. También creció el número de operadores, aunque en menor proporción, un 6%, situándose en 44.282, de los que casi el 90% son productores. En cuanto a las industrias transformadoras de productos vegetales, el aumento ha sido todavía más alto, habiendo repuntado un 15,2%
Por otro lado, la ganadería ecológica ha experimentado un crecimiento mucho menor, un 1,7% en número de explotaciones. Algo más elevado ha sido el ascenso en la industria transformadora ganadera, que subió un 5,6%.
Todos estos datos constatan que la producción ecológica en nuestro país y, en general a nivel global, no es solo un nicho de producción, sino que ya es un mercado maduro, tanto interior como exterior. Las tendencias nacionales y globales así lo indican y, aunque no es una alternativa viable para garantizar la suficiencia alimentaria, si es una opción para un grupo cada vez más amplio de consumidores, mayoritariamente de países muy desarrollados.
En el caso de Extremadura la evolución en este último año no ha ido paralela a la media nacional. La superficie se ha mantenido constante en 94.518 hectáreas, pastos incluidos, de la que solo 10.128 hectáreas es superficie arable. Estas cifras muestran la clara vocación ganadera del sector ecológico de esta región.
También es destacable la caída en más de un 10% de la superficie de cultivos en Extremadura. Son tierras en las que sigue predominando el barbecho y donde el olivar es el cultivo ecológico predominante, seguido de viñedo y fruto secos. Esta tendencia bajista también se ha percibido en el número de operadores, que se ha reducido en un 2,2% hasta los 2.953.
Sin embargo, en cuanto a la ganadería ecológica extremeña, la tendencia ha sido radicalmente opuesta, con un incremento del 35% en el número de explotaciones hasta alcanzar las 393. Son muy diversas las cabañas que cuentan con explotaciones en ecológico, pero entre todas ellas destacan las de vacuno de carne y, en menor medida, el ovino también de orientación cárnica.
Otra cuestión es el consumo, que todavía es bajo en nuestro país, sobre todo si se considera que somos los grandes productores. En la actualidad ronda los 46,5 euros por habitante y año, el doble que los 21,8 euros de media en 2013. Este dato nos sitúa en el séptimo puesto a nivel europeo, muy por detrás de Alemania o Francia, en donde la cifra asciende a 120 euros por habitante y año. En todo caso un valor simbólico, si se considera el gasto per cápita y año en alimentación, que todos, más o menos, podemos tener en la cabeza.
En todo caso, es importante recordar que el modelo de producción ecológica no solo proporciona alimentos bio a un mercado que los demanda cada vez más, sino que bien gestionado contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.