El ministerio de Hacienda apura la decisión sobre si prorroga más allá de junio la rebaja del IVA de la que se benefician los alimentos desde hace año y medio. Fuentes del departamento que lidera María Jesús Montero inciden en que esa posibilidad no se descarta aún, a la espera de que se conozcan los datos del mes de mayo . Pese a que el alza de los productos más básicos de la cesta de la compra se ha moderado de forma notable desde el año pasado, cuando se incrementaron un 11,8% en promedio, en abril subieron todavía un 4,7% en relación al mismo mes de 2023. La comparación con otros países del entorno muestra también más tensiones en el caso español. Los datos que maneja Eurostat sitúan al país como el tercero de la Eurozona donde más se encarecen estos bienes tan solo por detrás de Malta y Grecia . La oficina de estadísticas europea cuenta con una herramienta de seguimiento de los precios de los alimentos que permite hacer comparaciones homogéneas entre los distintos estados de la Unión Europea. En concreto, esta muestra el comportamiento de los precios en origen, de los de importación, de los precios al productor y de los que paga finalmente el consumidor por tipo de producto y por país. En ese último caso, la evolución de los precios que abonan las familias, los alimentos subieron un 4,8% de media el mes pasado , por encima de lo que lo hicieron en el resto de grandes economías del euro: del 1% que se incrementaron en Alemania y Francia, del 2,7% que lo hicieron en Italia, del 0,5% de Países Bajos o del 1,5% de Bélgica. Se han venido encareciendo más desde noviembre pasado de forma sistemática, porque han subido más los precios en origen y los de elaboración o transformación en la industria. A nivel interno y tomando como referencia los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), desde CaixaBank Research destacan cómo el fuerte aumento de los productos frescos rompe con la tendencia a la baja de la inflación de los alimentos, que se tensó tres décimas en relación a marzo. En concreto, los alimentos no elaborados subieron de media un 5% (casi dos puntos más que el mes anterior) por el repunte de las frutas frescas, que se encarecieron un 17,1% interanual cuando venían de subir un 9% el mes previo. Una rebaja fiscal que se prolonga ya año y medio La supresión o la reducción del IVA de los productos básicos de la cesta de la compra se aprobó por primera vez a finales de 2022 y entró en vigor en enero del año pasado por un periodo de seis meses. Dado que los precios de los alimentos seguían disparados por el efecto de la sequía, de unas temperaturas inusualmente altas y por las tensiones geopolíticas en Ucrania, se decidió ampliarla hasta el 31 de diciembre. Sólo unos días antes de que concluyera el año y la medida expirase, el Ejecutivo dio luz verde a una segunda prórroga por otros seis meses que finalizan el próximo 30 de junio. A lo largo de todo este tiempo han pasado a estar exentos de IVA productos como la leche, el pan, los huevos, el queso, las frutas, así como las legumbres, tubérculos y cereales, que antes estaban gravados al 4%. Al mismo tiempo, los aceites de oliva y de semillas, así como las pastas alimenticias han registrado una reducción en el tipo que se les aplica del 10 al 5%. De acuerdo con las estimaciones del Banco de España , esta rebaja fiscal restará entre 2.900 y 3.400 millones a los ingresos del Estado, una cantidad que podría aumentarse si la medida se amplía al segundo semestre. La volatilidad de precios se percibe a nivel global La volatilidad que los precios de los alimentos vienen registrando a raíz de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania se percibe a nivel global. "Aunque hemos visto remitir algunas de estas presiones en la cadena de suministro, l as condiciones meteorológicas extremas y las enfermedades que afectan a los cultivos en el sur del mundo han aumentado la volatilidad de los precios de algunos alimentos básicos", recuerda Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro. El experto apunta a que las cosechas de cacao, naranja y café han sido las más afectadas en el último año, lo que obliga a muchos productores a trabajar con una capacidad reducida y a tener que recurrir a las existencias de reserva en la medida de lo posible. Sólo el precio del cacao se ha multiplicado por cuatro (270%) en solo un año debido a la escasez histórica de lluvias en África Occidental.