La lista concreta de los aranceles de EE.UU. está generando tantos desvelos que, por minimizarlo, he querido alegrarme y pensar que, tal vez, el turrón de Jijona vuelva a ser de verdad de Jijona y no de la patria de Trump. Me explico: las organizaciones agrarias han pedido estos días que la respuesta recíproca sea gravar las importaciones estadounidenses y tanto AVA-Asaja como La Unió Llauradora i Ramadera han puesto su atención en almendras y nueces. Por algo será. Ambas entidades apuestan por aumentar los aranceles a dichos productos que "inundan nuestro mercado y hunden los precios en origen", dijo el presidente de la primera, Cristóbal Aguado. Con idéntica foto de almendro, y en un comunicado casi simultáneo, la segunda entidad solicitaba gravar, por la afección en la Comunidad Valenciana, la almendra importada por las grandes empresas turroneras, o las nueces, de EE.UU., ya que "inundan nuestros mercados, desestabilizan nuestro mercado y lanzan los precios de nuestras producciones a la baja", dice su secretario general, Carles Peris. Ambos agricultores, Aguado y Peris, estuvieron ayer sentados en primera fila escuchando al conseller de Agricultura, Miguel Barrachina, minimizar el efecto de los aranceles en el campo valenciano. Dijo que solo el 4% de las exportaciones valencianas tiene como destino final este país (ajos y cebollas), mientras las ventas de vino, aceite y cítricos son "residuales". Sabiendo de la cada vez más ahogada agricultura valenciana no sé si les parecerá bien ese mensaje de tranquilidad. Un 4% son muchos señores sufriendo bajo el sol por cuatro duros. Los agricultores no olvidan que el valor de las importaciones de almendras y nueces, principalmente, procedentes de EE.UU. alcanzó los 355 millones de euros -"casi tanto como el total del valor agroalimentario exportado por nosotros allí", matizan- y que suponen un 19,7% del total importado por los valencianos en todos los sectores. Denuncian que las importaciones de estos frutos secos "inundan nuestro mercado y hunden los precios en origen" Es decir, que a sus tasas -que inquietan tanto a la industria valenciana del automóvil-, contestemos con almendras. Sobre todo sabiendo que estas importaciones llevan campañas hundiendo sus precios locales. Más, si cabe, desde que el pliego de condiciones de la IGP del Turrón de Jijona cambiara en septiembre de 2023 y eliminara la referencia a la procedencia de las almendras. ¿Es posible hacer turrón de Alicante sin almendras de Alicante? Es posible. Los agricultores ya avisaron que esta modificación permitía a los fabricantes de turrón usar almendras "de cualquier parte del mundo". Aunque Trump ahogue, pero poco según Barrachina, a nuestros agricultores, estos piden contundencia. Menos almendras, menos nueces y más mala leche, en definitiva. Nos va en ello buena parte del turrón.