Tras cuatro años consecutivos de sequía y de cosechas "singularmente bajas", la cosecha sube un 25% La vendimia en el Marco de Jerez, en la provincia de Cádiz, ha finalizado su campaña de 2024 recuperando niveles de producción previos a la sequía que desde 2019 está afectando de manera severa al viñedo de la comarca, al aumentar sus datos de recogida de uva un 25% más respecto al año anterior, 2023. En una nota, el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez, Xéres, Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda , ha señalado que la mejora de la pluviometría y un verano "relativamente suave" han elevado las producciones en más de un 25% con respecto al pasado año, todo ello tras cuatro años consecutivos de sequía y de cosechas "singularmente bajas". En concreto, se han recogido 62.571.050 kilos de uva en los ocho municipios que componen el Marco de Jerez, más de la mitad, 39.954.033 kilos, en los lagares de la localidad jerezana, unas previsiones que se esperaban alcanzar hace una semana, cuando la actividad había bajado de forma significativa tras el cierre de las actividades de molturación en las principales cooperativas y bodegas. Este 17 de septiembre los últimos lagares que venían funcionando en el Marco comunicaron el cese de actividades al Consejo Regulador, con lo que desde esta entidad ha dado por concluida la campaña de 2024. De esta forma, y teniendo en cuenta los datos obtenidos, el balance final de la campaña "devuelve la producción de uva a los niveles previos a la sequía" que ha afectado al Marco de Jerez "desde 2019" y que ha provocado vendimias "muy cortas" en los siguientes años, como los 50 millones de kilos que se recogieron en 2023. Dos son los factores principales que han incidido en esta recuperación según el Consejo Regulador. Por una parte, y aunque se continúa por debajo de la media histórica en términos de pluviometría -en el entorno de los 600 litros por metro cuadrado y año-, a lo largo del año agrícola 2023/24 "ha llovido bastante" y sobre todo las lluvias se han distribuido "bien temporalmente". Las cantidades recogidas se han situado en una horquilla entre los 480 y los 550 litros por metro cuadrado , con un otoño y un invierno "menos lluviosos de lo habitual", pero con una primavera en la que entre finales de marzo y principios de abril cayeron casi 200 litros de media. Estas aguas de primavera, junto con la capacidad retentiva de la humedad de las tierras albarizas, han tenido un efecto "muy positivo sobre las cepas". Por otra parte, en términos generales ha habido un verano "relativamente suave", con "frecuentes e intensas rociadas nocturnas y con muy pocos días de vientos de levante". Como ha explicado el Consejo Regulador, el viento del este, frecuente en la provincia, contribuye a reducir el peso de la uva al provocar una pérdida del contenido en agua en las mismas. Estas condiciones han propiciado una maduración muy gradual del fruto, un mayor peso de los racimos y un contenido en azúcar algo menor de lo habitual, alcanzándose finalmente una graduación media de 11,13º Baumé. Además, el estado sanitario de la uva ha sido "óptimo". Las enfermedades habituales de la zona han respetado este año a las viñas del Marco, a excepción de algunos brotes de oidio en las zonas costeras y algo de mosquito verde en los viñedos más cercanos al Guadalquivir. En todo caso, "la permanente vigilancia y la atención de nuestros viticultores ante estas circunstancias ha asegurado finalmente una vendimia sana y de excelente calidad". En total han sido 32 las instalaciones registradas en el Consejo Regulador que han recibido y procesado la uva procedente de las 6.873 hectáreas de viñas registradas en las denominaciones de origen del Marco de Jerez, prácticamente la misma superficie con la que se contaba en la vendimia precedente. La producción total ha ascendido a 62.571.050 kilos, lo que supone un aumento del 25,39% respecto a la cantidad recogida en 2023 y la vuelta a producciones medias más cercanas a lo habitual en la zona. Más de la mitad de las uvas recolectadas en el Marco corresponden a lagares de Jerez de la Frontera, en concreto, 39.954.033 kilos. Sanlúcar es la segunda zona en cantidades, con nueve millones de kilos de uva, seguido de Trebujena con 7,8 millones de kilos y Chipiona con 4,2 millones de kilos. En Chiclana rozan el millón de kilos recogidos, mientras que en el Puerto, Rota y Lebrija (Sevilla) las cantidades son mucho menores que en el resto del Marco de Jerez. En concreto, 252.740 kilos, 158.739 kilos y 89.833 kilos de uva, respectivamente. Desde el 27 de julio, fecha en la que empezó sus actividades el primero de los lagares inscritos, hasta el día de ayer, el Consejo Regulador ha mantenido el habitual operativo de vendimia para el control de la recolección y el transporte de la uva. Para ello se repartieron las correspondientes guías de circulación a todos los viticultores inscritos, que suman casi 1.500 titulares y más de 2.000 explotaciones. Como en años anteriores, se ha contado en este operativo con la colaboración de la Guardia Civil, con el fin de asegurar el cumplimiento de lo establecido en la reglamentación de las denominaciones y, en última instancia, para garantizar a los consumidores la autenticidad de los vinos y vinagres amparados por estas denominaciones.