La mejor conservación para el mejor aceite de oliva: almacenamiento en la almazara

La buena conservación de los productos alimentarios es la clave para mantener todas sus características. En el caso del aceite de oliva, por la importancia de la preservación de su potencial organoléptico, el almacenamiento debe cumplir una serie de requisitos para poder conservar todas sus propiedades. La bodega debe cumplir unos requerimientos, los factores ambientales son los elementos clave para un almacenamiento correcto; además ha de estar alejada alejada de zonas que puedan transmitir al aceite olores o sabores extraños (alpechineras, calderas, laboratorios) y debe contar con un número suficiente de depósitos que permita una correcta clasificación de los aceites. Los materiales de construcción de los depósitos han de ser impermeables y aptos para consumo alimentario, su interior ha de ser inerte, facilitando su limpieza. El material más idóneo es el acero inoxidable, resiste a la corrosión y a lavados y descontaminaciones por lo que no transmite partículas metálicas al aceite. El almacenamiento requiere, además, un estudio previo de planificación, el plan de control en la almazara; y un mantenimiento adecuado de las instalaciones