Control y erradicación de patologías clásicas que se están convirtiendo en re-emergentes: [rinitis atrófica en porcino]

Los primeros síntomas clínicos de la rinitis atrófica son estornudos, respiración dificultosa y secreciones oculares que causan "anteojos", manchas oscuras en el lacrimal, seguidas por secreciones nasales, pudiendo darse hemorragias. Puede presentarse en dos formas: no progresiva o progresiva. En la no progresiva el principal patógeno es la bacteria "Bordetella bronchiséptica", la infección ocurre durante un corto periodo de tiempo, provoca atrofia moderada de los cornetes nasales que no derivan en deformaciones de la jeta del animan infectado; esta forma menos grave puede predisponer a sufrir la forma progresiva de la enfermedad. La forma más grave es la rinitis atrófica progresiva donde cepas otra bacteria, "Pasteurella multocida" afectan al animal ya infectado por "B. bronchiseptica". La combinación de estos dos patógenos produce toxinas que causan daño severo en los tejidos nasales. La mortalidad no es un problema, sin embargo las pérdidas económicas son significativas. La vacunación de las cerdas, para que transmitan a través del calostro una inmunidad que llega hasta las 14 semanas, supone un control eficaz