Vida en el olivar

En España hay más de trescientos millones de olivos, en 850.000 ha, en su gran mayoría en explotaciones en régimen de monocultivo. El olivar puede ser uno de los mejores ecosistemas para la conservación de la biodiversidad, pero si se cultiva sobre el suelo desnudo, sin una cubierta vegetal que aloje esta variedad de especies, acaba convirtiendose en un desierto con olivos plantados. Son suelos empobrecidos y erosionados y dependientes de fitosanitarios para mantenerlos libres de vegetación. El oivar se empobrece de una fauna que de otra manera prestaría servicios ecológicos (polinización, depredación de plagas...). El monocultivo del olivar así manejado hace que se pierda un recurso básico: el suelo. Un olivar bien gestinado retiene los suelos y puede albergar una biodiversidad de primer orden, lo que se traduce en una disminución de los insumos que hay que aportar al cultivo. El proyecto 'Olivares vivos' de SEO Birdlife tiene este objetivo. El reportaje muestra la labor científica que hace posible esta diversidad, que a la larga se convierte en rentabilidad, y muestra como unos olivares vivos son posibles