Pilar Mazo| Logroño (EFE).- El viticultor Manuel Martínez Corta, quien tiene autorizada la cosecha en verde en La Rioja en la campaña de 2025, considera que es una medida «buena para salvar los tratos», pero «no es la solución del Rioja», que pasa por «equilibrar un poco más la balanza de las plantaciones con las ventas de vino y hacer más esfuerzo en promoción». Así se ha pronunciado a EFE en la recta final de la cosecha en verde para 2025 en La Rioja, vigente del 1 al 15 de julio para solicitar el pago de la ayuda y ejecutar las operaciones en esta campaña. Recta final de la cosecha en verde para 2025 en La Rioja. EFE/ Raquel Manzanares El Gobierno de La Rioja ha resuelto para esta campaña de 2025 la concesión de ayudas de cosecha en verde para 3.472,44 hectáreas por parte de 1.099 viticultores para liberar 20,3 millones de kilos de uva, según datos facilitados por la Consejería de Agricultura. La subvención de fondos europeos para la cosecha en verde en esta campaña en La Rioja alcanza los 13,8 millones de euros, a los que se suman una partida extraordinaria de 4,5 millones adicionales por parte del Ejecutivo riojano, según anunció su presidente, Gonzalo Capellán. La producción retirada corresponde a la amparada para las campañas 2024 o 2025 por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, que comparten las comunidades riojana, vasca y navarra, y que está establecida en 5.850 kilos por hectárea para uvas tintas. Martínez Corta, del municipio riojano de Uruñuela, cultiva unas 220 hectáreas, algunas en propiedad y otras vinculadas en Rioja Alta y Rioja Alavesa. Ha explicado que es el segundo año que se acoge a la subvención de la cosecha en verde, que le permitirá liberar unos 46.000 kilos de uva de las 8 hectáreas que tiene autorizadas, y espera recibir una ayuda de unos 24.000 euros. El viticultor riojano Manuel Martínez Corta, realiza la cosecha en verde.EFE/ Raquel Manzanares Parcelas machacadas Ha valorado que la Consejería de Agricultura haya primado este año al viticultor profesional para aplicar la cosecha en verde, ya que, ha recordado, en 2024 no se ponderó este criterio y hubo viticultores a tiempo parcial, que no viven de la viña, que recibieron fondos para esta medida. También ha indicado que este año hay muchos viticultores que se han desapuntado de la cosecha en verde por los daños sufridos en el viñedo a consecuencia de las inclemencias climáticas, como tormentas de piedra, y los problemas de mildiu, que en algunas zonas son «importantes», ya que «hay parcelas machacadas», lo que hace prever que tenga sus efectos en la cosecha de 2025. Para él, el seguro agrario «empieza ser un capricho» si se considera que, por ejemplo, en el caso de la uva, cuesta «mucho dinero», a razón de un media de 5 céntimos el kilo, y el viticultor «pierde dinero de su bolsillo» para unos costes de producción que superan los 60. Sobre la cosecha en verde, «ni me gusta ni me disgusta» porque «no es el futuro», al igual que tampoco cree que lo es el arranque, ha dicho. En el caso de la cosecha en verde, que es una medida coyuntural, ha asegurado que, por ejemplo, permitió «salvar los trastos» a viticultores que, en vísperas de la vendimia de 2024, vieron que las bodegas no les cogían sus uvas. Y la viña, ha proseguido, es «un cultivo que hay que trabajar, podar, mimar, vendimiar y volver a podar, con lo que, aunque no quieras, ya tienes un mínimo de gastos». Por ello, ha dicho, esta medida permite compensar al viticultor por la pérdida de ingresos y por los costes asociados a la eliminación de racimos de uva en el viñedo para regular la producción y mantener el equilibrio del mercado. Sin embargo, la solución pasa por «promocionar más el vino de Rioja y equilibrar un poco la balanza de las plantaciones con la comercialización», ha subrayado.