Menú Agricultura Solicitan la aprobación de una campaña oficial para controlar la avispilla del castaño La Unión Extremadura recuerda la necesidad de «luchar», ya que los tratamientos individuales «no son efectivos» y cada plantación no tratada «se convierte en un reservorio de la plaga» La Unión Extremadura ha lanzado un comunicado en el que recuerdan que la avispilla del castaño (Dryocosmus Kuriphilus) es una plaga que cada año provoca más daños en los castañares del norte de la región. Por ello, junto a la Asociación del Valle del Jerte y Comarcas Norteñas, ha solicitado al Servicio de Sanidad Vegetal la aprobación de una campaña oficial de lucha biológica para el control de la avispilla del castaño en las Comarcas de las Hurdes, la Vera y el Valle del Jerte, para evitar las pérdidas económicas tan importantes que cada año produce esta plaga en las plantaciones de castaños. Según la organización agraria, la situación que se está produciendo el despertar del castaño en la zona vuelve a ser preocupante ya que, están infectados una inmensa mayoría de los castaños distribuidos en las márgenes de las principales carreteras de comunicación de todo el Valle, tanto la carretera Nacional 110 como las carreteras locales y también las pistas forestales que unen todos y cada uno de los accesos a las poblaciones del Jerte, así como los accesos a las fincas de producción. Fuentes de la administración regional, el pasado año, indicaron a la organización agraria que se había utilizado «la mejor posibilidad de lucha contra el insecto», que puede dar al traste con la producción de castaña, no solo el Valle del Jerte si no en cualquier zona productora, debido a la voracidad de dicha plaga. Así, la Junta de Extremadura había soltado otro insecto, parasitario de la misma, denominado Torymus Sinensis. Y, según esas mismas fuentes se había depositado esta especie en los castañares públicos de todo el Valle. «Torymus sinensis está considerado como el controlador biológico de la avispilla del castaño. Tanto la plaga como su parasitoide proceden de China y han llegado a la península difiriendo en el tiempo, mientras que la avispilla entró por Cataluña en 2012 y se ha propagado al menos, por Galicia, Castilla León, Extremadura y Andalucía, el parasitoide lo hace de la mano, según nos cuentan, de algunas autoridades administrativas y agricultores particulares, que paulatinamente van realizando sueltas de manera controlada solo sobre las explotaciones y áreas afectadas», indican en su comunicado. Cada hembra del parásito del parásito pone un promedio de 70 huevos dentro de las agallas que forma la avispilla del castaño donde crecen sus larvas. Una vez eclosionan los huevos de Torymus sus larvas se comen las larvas de la avispilla y el Torymus se queda dentro de la agalla hasta la próxima primavera. Para un eficaz control de esta plaga, aseguran, se debe aprobar por parte de la Junta de Extremadura una campaña oficial, ya que los tratamientos individuales no son efectivos y cada plantación no tratada «se convierte en un reservorio de la plaga por lo que la lucha debe ser integral si queremos un control eficaz». Tendencias Las Edades del Hombre Isla de Valdecañas Coronavirus Sucesos HOY Agro En Salsa Antropía