Es la directiva más joven del sector. Sobre sus hombros recaen las cuatro empresas que componen el grupo: por una parte la matriz, Juvé & Camps, elaboradora de cava; por otra, Propiedad de Espiells, que produce vinos del Penedès. De ellas salieron el año pasado 3.400.000 botellas. Es también CEO de Primeras Marcas, distribuidora que representa en España a grandes iconos, como el champán Louis Roederer o el burdeos Pétrus. Y la última adquisición, una bodega en Ribera del Duero.
Meritxell Juvé, que tuvo en su padre, Joan, a un gran maestro, estudió Administración y Dirección de Empresas en Esade. Representa a la cuarta generación de la familia al mando de la bodega. ''La llegada de mujeres a puestos importantes es cada vez mayor. Y clave. Cinco de nuestros siete enólogos, por ejemplo, lo son. En finanzas hay cuatro mujeres y un hombre. Y así todo'', afirma.
Todos los vinos y cavas Juvé & Camps son ecológicos desde la cosecha de 2015 y así serán los que elaborarán en Ribera del Duero. ''Queremos que la empresa se comprometa con el medio ambiente en todos los procesos'', puntualiza Meritxell. Juvé & Camps se caracteriza por elaborar cavas de largas crianzas, mínimo 36 meses, aunque pueden llegar a 48. Su producto estrella es el Reserva de la Familia , un clásico de la casa desde hace 40 años, pero Meritxell y su equipo han rejuvenecido la imagen de la compañía con nuevos productos, como los rosados, que ya ocupan el tercer puesto de ventas, y un estilo de gestión moderno: ''Soy muy abierta en el trato y próxima. Escucho mucho, porque con mi edad es importante hacerlo ''.
YO DONA Tienen 450 hectáreas propias, de las que 271 están en producción. Con más de tres millones de botellas les falta mucha uva... MERITXELL JUVÉ.- Sí, pero solo compramos uva, no vino base. Trabajamos desde hace años con payeses proveedores que se han reconvertido a la producción ecológica junto con nosotros. Nuestro equipo de viticultura, compuesto por 13 personas, hace el seguimiento de sus viñas y las nuestras.
¿Están contentos los payeses con el precio de la uva? Nosotros siempre hemos pagado más, ahora que es ecológica, y antes también. Estamos en una franja de entre 60 y 80 céntimos el kilo, dependiendo de la variedad (este año algunas empresas lo han pagado a 30 céntimos).
Vendimian a mano, pero también utilizan drones. ¿Cómo casa la tradición con la tecnología? Los procesos que no aportan valor se automatizan. Pero si la actividad manual revaloriza el producto la mantenemos, como sucede con la vendimia. Por otra parte, los drones te permiten anticipar lo que le puede pasar en la viña y solventarlo. Empezamos a utilizarlos hace dos años. Hacen tres vuelos al año, en los momentos que consideramos más importantes. Te ayudan a ver rápidamente si falta agua en alguna parcela o si hay brotes de enfermedades.
¿Cómo afrontaron los descensos en las ventas en el mercado interno en momentos de crisis? Lanzando productos de gama más alta y potenciando el mercado exterior. En el americano, por ejemplo, hemos crecido muchísimo. Sin embargo, el cava ha sufrido un proceso de desprestigio, algunas firmas incluso se han salido de la denominación de origen. ¿Piensan hacer lo mismo? El Consejo Regulador intenta solucionar la situación. Nosotros estamos en esta denominación desde su inicio y debemos apoyarla. A todos nos conviene recuperar el prestigio que tenía el cava. Se ha comprometido a impulsar un proyecto serio para que sea un producto premium y que cada zona geográfica pueda potenciarlo como quiera.
¿Qué proyecto tienen para las bodegas adquiridas en Ribera del Duero? Son Torres de Anguix y Campos Góticos. En el fondo lo que hemos comprado son viñas en una de las mejores zonas de Ribera del Duero. Del vino que tenían solo aprovecharemos la cosecha de 2005, que fue muy buena, y la de 2017. Con la primera pondremos a la venta unas 3.000 botellas bajo la marca Herencia. Después haremos una marca propia y nueva, que se llamará Pagos de Anguix.