Dos agricultores oscenses observan los destrozos ocasionados por el granizo en sus frutales. P. Puértolas
No ha habido un solo mes durante este año que está a punto de finalizar que no haya registrado una (o varias) adversidades climatológicas. Lo sabe muy bien el sector agrario aragonés , que este año se ha anotado una siniestralidad récord . Así lo demuestra el informe realizado por Agroseguro sistema español de seguros agrarios combinados formado por 28 compañías que este año ha tenido que indemnizar a los productores de la Comunidad con una cifra "histórica", más de 90 millones de euros. Porque las intensas lluvias, el pedrisco, los vientos huracanados, las heladas e incluso la sequía han dejado daños en más de 228.000 hectáreas repartidas por toda la región, lo que supone casi el 41% del total de la superficie asegurada a fecha de hoy en la Comunidad. Una cifra que será incluso más elevada si se tiene en cuenta, como siempre advierte el sector, que esta superficie hace referencia exclusivamente a los cultivos que disponen de seguro agrario.
Por extensión, los cultivos herbáceos extensivos han sido los más perjudicados. Hasta el 27 de noviembre Agroseguro había recibido partes de siniestro de 123.638 parcelas que suman una superficie superior a las 195.000 hectáreas, principalmente ocupadas por cebada y trigo. Estos siniestros se produjeron especialmente en julio, mes en el que, como señala Agroseguro, "la actividad tormentosa fue realmente excepcional, con fuertes granizadas prácticamente a diario, especialmente en la meseta norte ( Aragón , La Rioja, Navarra y Castilla y León) y la Comunidad Valenciana". De hecho, el consorcio asegurador destaca que la siniestralidad en ese mes fue tan "excepcional" que la superficie afectada supone el 202% de la media de los últimos 5 años.
El pedrisco, que continuó cayendo con fuerza también durante el mes de agosto, se convirtió en este 2018 en el principal enemigo de la agricultura aragonesa. De hecho, según las cifras de Agroseguro, más de la mitad de la superficie siniestrada en la Comunidad (115.000 hectáreas) lo fue por los efectos de las continuas granizadas.
Melocotón y nectarina
Entre los principales damnificados se encuentran también las producciones frutícolas . Aunque la superficie dañada es notablemente inferior a la que registra el cereal (15.600 hectáreas), la fruta, por sus característica y su valor, es la que ha elevado hasta los 41 millones de euros los daños ocasionados por el granizo, las precipitaciones y alguna helada, que afectaron con mayor intensidad a las producciones de melocotón y nectarina. De esta manera, fruta y herbáceos acumulan más del 86% del capital asegurado en el sector agrícola de Aragón y el 70% del total de la siniestralidad.
La DGA ve inviable aprobar nuevas ayudas para los cultivos afectados por la tormenta
Leer más
Estas intensas precipitaciones terminaron también por provocar el desbordamiento de algunos ríos , en especial del Ebro, pero también del Arga y el Aragón, que dejaron a su paso daños en más de cerca de 14.000 hectáreas, en su mayor parte situadas en provincia de Zaragoza.
Aunque la lluvia, intensa y con piedra e incluso acompañada de vientos huracanados, ha sido la auténtica pesadilla de los agricultores durante 2018, la sequía también ha dejado su huella en los cultivos de la Comunidad. Así, Agroseguro destaca que debido a la falta de lluvias que se arrastraba del año pasado, durante los primeros meses de 2018 se recibieron siniestros por sequía en pastos, que en Aragón alcanzaron a más de 50.000 hectáreas lo que supone alrededor del 22% del total siniestrado.
Por provincias, Zaragoza es la más afectada, tanto en parcelas (98.298) como en superficie, donde se han registrado más de 132.000 hectáreas siniestradas . La zona centro, destaca Agroseguro, acumula casi el 44% de la superficie siniestrada del total en la provincia. Le siguen la comarca de las Cinco Villas , con más de 20.280 hectáreas dañadas, de las que el 90% son herbáceos, afectados, sobre todo, por pedrisco; y las de Monegros y Bajo Aragón , en Huesca y Teruel, respectivamente, con más de 19.000 hectáreas siniestradas. La sequía y el pedrisco han sido, en todos los casos, las principales causas de los daños .