Hasta un 40% de los cultivos alimentarios se pierden cada año por los efectos de plagas , enfermedades y malas hierbas. Traducido en dinero contante y sonante, equivale a unas pérdidas comerciales superiores a los 244.000 millones de euros anuales en todo el mundo.
A pesar del importante aumento de los rendimientos agrícolas registrado en los últimos años, el porcentaje de pérdidas en cultivos clave como el arroz, el maíz, la patata, la soja o el trigo se ha mantenido invariable. ¿Cómo es posible que se haya avanzado tanto en productividad y que tales pérdidas no sean contrarrestadas por los progresos en sanidad vegetal?
Perspectivas
La producción agrícola debe crecer un 60% para el año 2050 con el fin de alimentar a una población creciente
Detrás de esta realidad se esconden el calentamiento global y las actividades humanas , que alteran los ecosistemas, disminuyen la biodiversidad y crean condiciones en las que las plagas, enfermedades y malas hierbas pueden prosperar, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Para muestra, un botón: la abundancia de insectos, algunos de los cuales son fundamentales para la productividad agrícola y la sanidad vegetal, ha caído un 80% en los últimos 25-30 años. Al mismo tiempo, el comercio y los viajes internacionales han triplicado su volumen en la última década. Estos desplazamientos pueden contribuir a la propagación más rápida y extensa de plagas, enfermedades y malas hierbas exóticas por todo el mundo.
La plaga de 'Xylella fastidiosa' ha obligado a talar centenares de miles de olivos
(AP)
La Xylella fastidiosa es un buen ejemplo de estas amenazas crecientes. "Esta destructiva bacteria procedente de Costa Rica ha provocado la muerte de millones de árboles en Italia y afecta gravemente cultivos leñosos en las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana", advierte Rafael M. Jiménez, expresidente de la Asociación Española de Sanidad Vegetal y coautor del Libro blanco de la sanidad vegetal en Españ
a . Hasta ahora, los olivos han sido sus principales víctimas , pero también están amenazados los almendros, los cítricos y las vides. Se estima que podría causar daños a nivel europeo por valor de 5.000 millones de euros y la pérdida de 300.000 empleos.
Este escenario es especialmente preocupante si consideramos que el mundo debe alimentar a una población creciente y que las plantas constituyen el 80% de nuestra alimentación. La FAO estima que la producción agrícola debe aumentar en un 60% para el año 2050. Es por este motivo que la organización ha declarado el 2020 como año internacional de la Sanidad vegetal. Su objetivo es concienciar sobre cómo la protección de la salud de las plantas es vital para erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente e impulsar el desarrollo económico.
Proteger las plantas es vital, señala la FAO
(Mané Espinosa)
Estadísticas
Las plantas suponen el 80% de los alimentos que comemos
Más allá de concienciar a la población, es necesario pasar a la acción. "Hasta ahora hemos combatido las plagas, enfermedades y malas hierbas a base de plaguicidas, pero debemos priorizar una gestión integrada y fomentar la prevención, favoreciendo, por ejemplo, el desarrollo de los enemigos naturales de las plagas", indica Xavier Pons, catedrático de la Universitat de Lleida.
A mediados de diciembre entró en vigor, en la Unión Europea, un nuevo reglamento en materia de sanidad vegetal que refuerza la necesidad de prevenir la entrada o propagación de organismos nocivos exóticos para proteger la sanidad de los cultivos y la seguridad alimentaria.