El Instituto Tecnológico de Aragón ITA coordina el proyecto europeo ManuRefinery, que se centra en la gestión y aprovechamiento sostenible de los residuos ganaderos.
Exclusivo suscriptores
Ana Esteban
NOTICIA
Un tratamiento correcto de los residuos puede convertirse en una fuente de riqueza para el ganadero. Heraldo
HA
En los últimos años, no solo en Aragón, sino en otros muchos lugares de Europa, la ganadería se ha convertido en un pilar fundamental de su economía rural. Y también en un serio problema, ya que es una fuente importante de contaminación que afecta la calidad del aire y el agua y contribuye al cambio climático.
Los residuos que se producen en estas granjas, si no se tratan correctamente, se pueden convertir en un inconveniente de difícil gestión, de ahí la necesidad de trabajar para darles usos secundarios que permitan su reciclaje y revalorización.
Te puede interesar
José Ferrer: "Un buen vino es aquel que emociona al degustarlo, hoy y dentro de unos años"
Y ese es el principal reto del proyecto europeo, público-privado, 'ManuRefinery para gestión sostenible de residuos ganaderos', que tendrá una duración de cuatro años y cuyos primeros encuentros arrancarán la próxima semana bajo la coordinación del Instituto Tecnológico de Aragón (ITA). El centro aragonés trabajará conjuntamente con el Instituto de Procesos Sostenibles de la Universidad de Valladolid como coordinador técnico; junto con la Universidad de Zaragoza, Siemens Engines, Syspro Automation, Agropecuaria del Centro Agrocesa, Fertinagro Biotech, y varis socios internacionales.
"El proyecto tiene como objetivo revolucionar la gestión de los residuos ganaderos en Europa y lo vamos a hacer a través del desarrollo de una biorrefinería modular, móvil y sostenible que maximice la recuperación de recursos y nutrientes. Y para ello, vamos a trabajar con el fin de transformar el estiércol en fertilizantes y también en valiosos bioingredientes que puedan servir para la alimentación animal", explica Pablo González, miembro del equipo de Diseño y Desarrollo de Materiales del ITA y coordinador del proyecto, quien recuerda que los ensayos se llevarán a cabo en dos granjas de cerdos, en Rumanía y España, una granja de vacas, en Eslovenia y una granja avícola, en Rumanía.
En este sentido, ManuRefinery se basa también en el desarrollo y aplicación de gemelos digitales y ciencia de datos para apoyar a la toma de decisiones y optimizar los procesos de conversión, adecuándolos a las necesidades de cada granja o planta de tratamiento.
"Es muy importante gestionar adecuadamente los residuos porque el modelo actual demanda grandes extensiones de terreno en las granjas para poder tratar el estiércol. Además, si somos capaces de extraer productos de alto valor añadido derivados de las deyecciones ganaderas conseguiremos que el ganadero rentabilice los residuos. Para ello, apostamos por plantas de tratamiento modulares y móviles, que se pueden compartir entre granjas de una misma zona para poder captar los residuos en el momento que haga falta", matiza González.
Impactos económicos
Un proyecto que redundaría en importantes impactos económicos a nivel europeo para los productores primarios, valorados en más de 350 millones de euros al año, y también traería consigo una gran repercusión ambiental, ya que se prevé una reducción del 85 % de las emisiones nocivas.
"Además, tendrá un importante impacto social, ya que se podría hablar de más de 5.000 nuevos empleos cualificados y 15.000 empleos no cualificados. Un dato muy positivo porque estas plantas requerirán de la presencia de profesionales cualificados en entornos rurales. Con la implantación de este proyecto se podrían minimizar los problemas de despoblación que tenemos en el campo y esto sería muy beneficioso para todos", explica el responsable de 'ManuRefinery.
Conforme a los criterios de