Dos concejales del norte de España impulsaron en 1846 un evento comercial en Sevilla que, con el tiempo, se transformó en una de las celebraciones más emblemáticas del sur La Feria de Abril, emblema cultural de Sevilla y uno de los eventos más esperados de Andalucía, tiene un origen que pocos conocen . Fue idea de dos concejales, José María Ibarra y Narciso Bonaplata, un vasco y un catalán que, aunque nacidos en el norte de España, habían hecho de Sevilla su hogar. En 1846, estos visionarios propusieron al Ayuntamiento la creación de una feria anual de ganado que se celebraría en abril, y un año después, el 18 de abril de 1847, la primera edición abrió sus puertas en el Prado de San Sebastián con 19 casetas y un éxito que marcó el inicio de una tradición inolvidable. Lo que comenzó como un mercado para la compraventa de animales fue evolucionando rápidamente . "La cultura andaluza se fue abriendo camino en el evento ", señalan desde el canal de TikTok @aldiaxpresso , convirtiendo lo que era un encuentro comercial en una celebración de identidad y folclore. Los trajes de flamenca, la música y la gastronomía pronto se convirtieron en protagonistas indiscutibles, transformando la feria en un escaparate de la alegría y el arte de vivir del sur. Hoy en día, la Feria de Abril es conocida en todo el mundo, pero sus raíces son un recordatorio de cómo las ideas de dos hombres, con influencias culturales diversas, pueden dejar un impacto duradero en una comunidad. Lo que nació entre vacas y caballos terminó consolidándose como una fiesta única, llena de color, baile y tradición. Cada rincón de las actuales casetas y el ambiente festivo de la feria sigue celebrando esa fusión de historias, regiones y pasiones que la hicieron posible. Una muestra más de cómo Andalucía sabe abrazar lo mejor de cada lugar y hacerlo propio. La Feria de Abril, emblema cultural de Sevilla y uno de los eventos más esperados de Andalucía, tiene un origen que pocos conocen . Fue idea de dos concejales, José María Ibarra y Narciso Bonaplata, un vasco y un catalán que, aunque nacidos en el norte de España, habían hecho de Sevilla su hogar. En 1846, estos visionarios propusieron al Ayuntamiento la creación de una feria anual de ganado que se celebraría en abril, y un año después, el 18 de abril de 1847, la primera edición abrió sus puertas en el Prado de San Sebastián con 19 casetas y un éxito que marcó el inicio de una tradición inolvidable.