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La firma de punto que protege a las ovejas

10/10/2019
En: expansion.com
Digital
Las prendas de lana y punto que no pueden faltar en tu armario este año Yuccs, las zapatillas de lana merina que tienen lista de espera Con su firma de punto de lujo sostenible, la barcelonesa Anna Pujals se propone proteger la trashumancia. Las prendas las tejen a mano cinco artesanas en La Bañeza, León. Tiene lista de espera. El día que Anna Pujals decidió que se dedicaría a la confección de prendas de lana, pensó que lo mejor sería acudir al origen del asunto: a la oveja misma. Se desplazó a los montes de Babia, en León, donde conoció a Manuel Morán , pastor trashumante que conduce durante el año y a lo largo de 100 km 1.200 merinas y 100 cabras, asistido por 12 mastines y dos asnos. Él le contó todo lo que había que saber sobre rebaños, pastos, mestas y mujeres que llevan generaciones haciendo punto al calor del hogar. Al hilo de ese relato, Ana iba tejiendo en su cabeza un proyecto emocionante, sostenible y artesano, respetuoso con la historia y con las tradiciones. Hoy, cinco tejedoras confeccionan en sus casas en La Bañeza (León) las prendas de lana procedentes de ovejas merino trashumantes que Anna comercializa online bajo su firma de punto de lujo Lana Serena. Algunas superan los 1.000 euros. Todas tienen lista de espera. Bolero Jacket, reinterpretación "chic" de un patrón clásico.Cuatro tonos, 1.090 euros. La madeja de esta historia empezó a devanarse un día en el que Pujals (Barcelona, 26 de octubre de 1981) leyó por casualidad una noticia en un periódico: "Cayó en mis manos un artículo que decía que los pastores españoles estaban malvendiendo o tirando la lana de sus ovejas", relata la catalana. "Aquello me desoló, ¡no podía creerlo!Y empecé a investigar, un poco por hobby, aún no me lo planteaba de modo profesional". Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales , la barcelonesa había iniciado su vida laboral en una auditoría. Cuando se dio cuenta de que las finanzas no eran lo suyo cambió de tercio y probó suerte en la moda, en Inditex . Era 2004. "Me dedicaba a analizar las ventas y, al habla con las tiendas, a enterarme de lo que quería el cliente.Luego lo trasladaba todo al departamento de diseño. Aprendí mucho, fue interesantísimo. Hasta que dejó de serlo...", recuerda. Pastos frescos Llegó un momento en que empezó a encontrar decepcionante la eventualidad de la moda, la rapidez de las colecciones que se sucedían una tras otras trayendo y llevando a un ritmo vertiginoso "prendas que no significaban nada. Aquello coincidió con mi maternidad, que me hizo replantearme qué tipo de mundo o de valores quería para mis hijos. Yo soy una enamorada de la moda , pero deseaba dedicarme a ella de una forma diferente, más consciente, más encima desde el origen hasta el final", apunta. El alma de Lana Serena, Anna Pujals, en su oficina en Barcelona. En aquello andaba cuando cayó en sus manos el mencionado artículo, origen de sus pesquisas: "Hablé con mucha gente, fui obteniendo pistas, estudié historia... Descubrí que la oveja merina es una raza que se originó en España en el siglo XIII. En la Edad Media, el comercio de la lana era una de las fuentes de riqueza más importantes hasta el punto de que el rey Alfonso X creó el Honrado Concejo de la Mesta para proteger el derecho de paso de los rebaños que garantizaba, mediante el pasto fresco, la calidad de la lana. Entonces se trazaron las Cañadas reales por las que aún hoy siguen pasando los pocos pastores que mantienen esta práctica luchando por evitar que desparezca". Para entonces, ella ya había decidido que crearía una firma de ropa con la que proteger la trashumancia (y oficios afines como la esquila), patrimonio cultural y natural. Fue cuando puso rumbo a los montes de Babia donde conoció a Manuel. Era julio de 2017. Lista de espera La primera tanda de prendas comenzó a venderse a finales de 2018 . El hilo, de urdimbre ahuecada y esponjosidad extrema, lo tejen a mano cinco artesanas de zonas rurales alrededor de La Bañeza. "Ellas deciden las horas que le van a dedicar y lo que quieren cobrar por su trabajo. Cada una lo hace desde su casa aunque a veces se reúnen cuando están desarrollando piezas nuevas". Las tejedoras de La Bañeza (León), Yolanda, Ana, Elena, Veva y Mari Paz. Lana Serena, con clientas en Dubai, Miami o Perú , lo conforma un equipo de gente unido en valores y objetivos: "Era la única forma", sostiene Pujals. "No somos una marca de moda al uso que ha diseñado una colección y luego busca la materia prima. No. Al contrario. Nosotros nos hemos inspirado en la propia materia, en su belleza, en su valor, en lo que significa y representa, y a partir de ella hemos reflexionado: '¿Qué es lo mejor que podemos hacer con esto?'. Por eso hemos ideado una colección ecléctica, perenne, atemporal, que parte de la lana, de la naturaleza, de probar y probar a mano con distintos puntos. Y el resultado son piezas ideales, piezas de sueño". En la ejecución se invierten entre cuatro y seis horas que lleva el cuello, a las casi 20 horas que requiere el abrigo . Se trabaja bajo pedido; estos se reciben a través de la web, en ventas privadas y por boca oreja. Los tiempos de demora son de dos a tres semanas."Cada artesana firma una etiqueta que prende en la labor terminada en la que indica su nombre y cuándo la ha tejido. Así la clienta sabe quién ha hecho esa prenda para ella.Un poco como hacían las abuelas de antes...", sonríe. "Sweater" blanco, 370 euros. Ana, que recomienda lavarlas a mano en agua fría con un jabón especializado y, sin estrujar, dejar que sequen en plano sobre una toalla, se declara incapaz de tejer una de sus prendas: "Mi nivel es de aficionada, esto requiere un nivel experto. Quizá en otra vida disponga de las horas necesarias para alcanzarlo...". Más información: lanaserena.com
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