El impacto económico de la fiebre catarral ovina
La exportación de cordero extremeño, pendiente del avance de la vacunación
Más de la mitad de los ejemplares que España envía fuera de sus fronteras tienen origen en la región, unas ventas que se han frenado a causa de la lengua azul
EA Group, la mayor firma cooperativa de carne de cordero de Europa, confía en que en breve comience a normalizarse la situación
Un pastor guía un rebaño de ovejas en una explotación extremeña. / SILVIA SÁNCHEZ FERNÁNDEZ
E. B.
10 OCT 2024 7:05
Extremadura es la comunidad autónoma española con una mayor cabaña de ovejas, con tres millones y medio de cabezas de un total de cerca de 13,6 millones en todo el país , según el último censo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el de 2023. Dentro del subsector cárnico, su peso es todavía mayor, con alrededor de un 30% de las reproductoras de carne y aportando más de la mitad de los corderos que se exportan. Por sus aptitudes, el cordero extremeño es el más 'exportable' y cada año se envían cientos de miles de ejemplares a destinos como Italia, Francia, Marruecos, Alemania o Países Bajos.
Una actividad comercial que se ha visto paralizada tras la confirmación de un primer foco de lengua azul a finales de setiembre en la localidad cacereña de Almoharín y la sucesión de brotes de esta enfermedad que se ha producido tanto en la provincia de Cáceres como en la de Badajoz , con las restricciones al movimiento de animales que han conllevado.
La aparición de la enfermedad ha ensombrecido el final de un año que había sido bueno hasta el momento tanto en precios como en lo climatológico para esta actividad ganadera . «Nos ha generado un trastorno estas semanas, pero afortunadamente ha coincidido con un periodo de muy poca producción de cordero», explica Juan Carlos Pozo, director general de la firma EA Group, con sede en Villanueva de la Serena y mayor empresa cooperativa comercializadora de carne de cordero de Europa.
«Afortunadamente, la aparición de la enfermedad ha coincidido con un periodo de muy poca producción»
Juan Carlos Pozo
- Director general de EA GROUP
Pozo espera que a mediados de este mes la situación empiece a normalizarse. Asimismo, confía en que la repercusión en la actividad comercial sea mínimo en el balance del ejercicio. En este sentido, r ecuerda que «los animales con destino a matadero no tienen ninguna restricción» y que estas solo se plantean cuando los ejemplares se trasladan a un cebadero, pero en este caso, esgrime, considera que dará tiempo a ir vacunándolos «para poder seguir nuestra comercialización». Hay margen, sostiene, para hacer «las cosas paulatinamente y hacerlas bien; si esto nos hubiera cogido con mucha producción de cordero, estaríamos más agobiados».
Buena producción
De hecho, señala, «ahora en los meses de noviembre y diciembre esperamos una buena producción de cara a la campaña de Navidad, comienzo del año nuevo y otras festividades como puede ser el Ramadán».
Con unos 1.600 socios repartidos por las provincias de Badajoz, Cáceres, Córdoba, Huelva, Sevilla, Cádiz y Ciudad Real, la cuota de mercado de EA Group suma el 12% de la producción nacional. Anualmente comercializa entre 800.000 y 850.000 corderos al año, un volumen que cree que no se resentirá por el impacto de la fiebre catarral ovina. «No vamos a notar nada» , vaticina, aunque reconoce que hasta mediados de diciembre, cuando estacionalmente se considere que ya se está libre del mosquito vector transmisor de la lengua azul, seguirá existiendo inquietud en muchos ganaderos.
«Los animales que se vacunen de aquí a 15 o 20 días es posible que se queden fuera del mercado para Navidad»
ANTONIO PRIETO
- Secretario de Ganadería de UPA-UCE
A partir de ahí, arguye, se podrá hacer una inmunización ordenada de la cabaña, ya que darán comienzo «cuatro meses donde el mosquito se paraliza y las vacunaciones se pueden hacer correctamente». Nada que ver, apostilla, con lo que sucedió en 2015 cuando el proceso de vacunación fue un «desastre para la reproducción y para la producción». «De ahí aprendimos que las cosas no hay que hacerlas deprisa y corriendo», concluye.
Para Antonio Prieto, secretario de Ganadería de UPA-UCE, sí que existe el riesgo de que parte de la producción de cordero extremeño no pueda ir al mercado . «Los animales, una vez se vacunan, tienen que esperar entre 21 y 28 días para salir, con lo cual, los que se estén vacunando ahora, bien, pero los que se vacunen de aquí a 15 o 20 días, pues posiblemente se queden fuera del circuito de comercialización antes de Navidad», aduce. Un periodo, el navideño, en el que es cuando más se vende de todo el año, «entre un 60% y un 70%». A su juicio, «vamos a estar en el límite, sobre toda en las zonas donde ha aparecido el serotipo 3», que es el que causa una mayor mortalidad en las ovejas.
La otra cuestión en la que insiste Prieto es la de que la región finalmente llegue a acuerdos con otras comunidades autónomas para facilitar el movimiento de animales. Ya se ha planteado uno con Andalucía, que incluye una alternativa a la vacunación cuando esta no sea posible, de forma que los corderos menores de tres meses puedan llevarse a cebaderos desde las zonas restringidas por la aparición del serotipo 3 hacia zonas libres , siempre que los animales y vehículos sean previamente desinsectados y la explotación de origen esté sin síntomas clínicos compatibles con lengua azul. Otras condiciones son la obligatoriedad de una inspección previa realizada por veterinarios oficiales; que los animales objeto de movimiento tengan identificación electrónica individual; y la permanencia de 30 días en la explotación de destino (excepto si hay envío a matadero antes de ese periodo). Si se consigue ampliar este convenio a otras regiones, fundamentalmente a Castilla-La Mancha y Murcia -el puerto de Cartagena es el líder europeo en exportación de ganado- aduce Prieto, «entonces el impacto sería mínimo, pero es algo pendiente de acuerdos bilaterales».
Más de 30 focos confirmados
Hasta el día de ayer, el Ministerio de Agricultura tenía confirmados 32 focos de lengua azul en la región desde el que fue conocido en una explotación de la localidad cacereña Almoharín el 23 de septiembre. La mayor parte de ellos (21) eran de ovinos, pero también se han notificado diez en bovinos y uno en caprinos. En cinco ha habido casos del serotipo 3.
El número de animales afectados por los brotes de fiebre catarral ovina detectados en Extremadura, según los datos recogidos por el Sistema de Alerta Sanitaria Veterinaria (Rasve), son hasta el momento 111, mientras que los ejemplares sensibles superan los 7.500.
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