Extremadura continúa ganando protagonismo en el mapa eléctrico nacional , de forma que su aportación supera ya el 10% de toda la generación que se efectúa en España. La región rompió en 2023 esta barrera después de que su producción de electricidad creciese un 13,3% respecto a 2022 y se situase en 29.721 gigavatios hora (GWh), un 11,1% de los 266.801 GWh contabilizados en todo el país, conforme a las estadísticas de Red Eléctrica de España (REE). Esta cifra la mantiene como la tercera comunidad autónoma que tiene un mayor peso en este ámbito, con Cataluña (que cuenta con tres de los siete reactores nucleares que están actualmente en funcionamiento en España) ocupando el primer puesto, y Andalucía (31.915 GWh producidos en 2023), el segundo, si bien la brecha respecto a este último territorio se acortó de forma importante.
La nuclear permanece como la tecnología que más electricidad suministra en Extremadura, con más de la mitad del total en 2023. La Central de Almaraz vertió a la red en esos doce meses cerca de 17.000 GWh, marcando el tercer mejor dato anual desde que comenzó su operación comercial hace cuatro décadas.
Esta instalación cubre el 7% de la demanda eléctrica anual española suministrando cada año el equivalente al consumo de 4 millones de hogares. Con todo, y aunque la aportación que realiza esta instalación se mantiene en los mismos niveles (incluso con una tendencia al alza: los cinco volúmenes más elevados de producción de la planta cacereña los ha obtenido todos desde 2015), la parte proporcional que concentra en el 'mix' eléctrico extremeño ha ido retrocediendo en los últimos ejercicios. Lo ha hecho ante el avance de las renovables , fundamentalmente de la fotovoltaica. Apenas cuatro años atrás, la nuclear representaba más de tres cuartas partes de la generación en Extremadura.
El pasado verano, la solar ya consiguió situarse como la fuente de energía con una contribución más destacada al sistema eléctrico español, gracias sobre todo al papel de la fotovoltaica, en la que Extremadura es la comunidad autónoma líder. La producción de estas centrales avanzó un 31,9% en Extremadura respecto a 2022, con 9.167 GWh.
Los saltos de agua estuvieron detrás de otros 2.100,4 GWh producidos en la región. La generación hidroeléctrica está muy vinculada a la climatología y a la situación de los embalses, lo que hace que su cuota pueda oscilar notablemente de un año a otro. En 2023 se recuperó tras el desplome de 2022 y mejoró sus datos más de un 69%.
Algo por debajo quedó la otra tecnología solar, la térmica, con 1.815,8 GWh. Es un 14,5% más que en 2022 aunque en este caso, al contrario de lo que sucede en la fotovoltaica, no ha aumentado la capacidad instalada en la última década.
Ante este continuo crecimiento de la electricidad generada en la región, el diferencial con la demanda también se ha ido incrementando, de forma que la electricidad que se produce en la región multiplica ya por seis la que se consume. Este último parámetro se mueve en el entorno del 2% del nacional.
769 megavatios de nueva potencia fotovoltaica
La potencia de generación eléctrica instalada en la región se situó a 31 de diciembre pasado en 11.401 megavatios, 818, 2 más que los que había al cierre de 2022. A excepción de 49,5 MW eólicos, correspondientes al parque Merengue II que se puso en marcha a finales de año en Plasencia, el resto de nueva potencia (769 MW) que entró en servicio fue fotovoltaica. Con 6.114 MW, esta tecnología concentra más de la mitad del conjunto de la potencia instalada en la región. Con todo, el crecimiento de MW fotovoltaicos experimentado en 2023 es el más bajo en la región desde 2019. En 2022 fue de casi el doble.
Temas