El frío "siberiano" que hace a la hora de podar el viñedo donde nacen sus uvas da nombre a un cava rosado de la más alta gama que es complejo, elegante, cremoso y con carácter salino 12 novedades en burbujas con las que brindar en Navidad "Ir a la Siberia a podar". Esta frase fue el motivo por el cual bautizaron al DO Cava rosado de más alta gamma del mercado como La Siberia. Es el nombre con el que los viticultores denominan a este poco soleado viñedo de pinot noir plantado en 1984. Y es que, en esta viña, localizada junto a un torrente que encauza sus aguas hacia el río Anoia y rodeado de un bosque de pinos, hace un frío "siberiano" durante la época de poda, según el presidente de Juvé & Camps, Joan Juvé Santacana. Su tío, Joan Juvé Camps, fue quien hizo plantar esta singular y pionera viña en el Alt Penedès. Se decidió a hacerlo tras comprobar en California las bondades de la variedad y que los monovarietales estaban de plena moda. Y se plantó en el Alt Penedès en espaldera, con un portainjerto 110 Richter y con poda de doble cordón Royat. Inicialmente se cultivaron algunas vides de la variedad cabernet sauvignon entre las de pinot noir, que fueron arrancadas. Es un bonito viñedo de solo 1,7 hectáreas situado en el término municipal de Sant Llorenç d'Hortons, a 190 metros sobre el nivel del mar y relativamente cerca de las cavas de Espiells (Sant Sadurní d'Anoia) de Juvé & Camps. Las vides crecen en un suelo arcilloso-calcáreo. Estos días de invierno presenta una cubierta vegetal repleta de nívea rabaniza. Su manejo sigue los parámetros de la agricultura ecológica desde 2012 (se certificó con la cosecha de 2015). Empieza a sufrir algunas faltas a causa de la vejez y la yesca de la vid. Hoy son 13 las personas que cuidan de este viñedo a lo largo del año. Y en él también pacen en otoño e invierno las ovejas y corderos que pastorea Casimiro Noya. El viñedo ofrece unos rendimientos muy bajos, de entre los 3.000 y los 3.500 kilos de uvas por hectárea. El viñedo está situado en el término municipal de Sant Llorenç d'Hortons, a 190 metros sobre el nivel del mar La consejera delegada de estas cavas, Meritxell Juvé, afirma que con La Siberia "queremos expresar la esencia del terruño, un paraje único e icónico". La filosofía de este selecto y exclusivo producto persigue convertirlo en Cava de Paraje Calificado, añade Meritxell Juvé. El director técnico, el enólogo Toni Cantos, buscaba elaborar un cava "más sutil explorando las largas crianzas" viendo la singularidad de las uvas del viñedo de pinot noir más antiguo del Penedès. Desde estas cavas explican que "es un cava único nacido en un paraje excepcional que cuenta con un microclima diferente al resto de parcelas". Pep Jiménez, el director de viticultura de Juvé & Camps, recuerda que la del 2012 fue una añada seca, con la excepción de abril, cuyas generosas precipitaciones garantizaron una buena reserva de agua que resultó clave para el desarrollo favorable de la vid. Tras un mes de julio extremadamente seco y cálido, las lluvias de agosto suavizaron las temperaturas y facilitaron una maduración lenta y equilibrada. El resultado: una vendimia con poca cantidad, pero con uvas muy sanas y con una excelente acidez. La vendimia se realiza de forma manual y con remolque. Se practica un prensado directo, y el mosto fermenta en depósito de acero inoxidable a una temperatura controlada de 18º C. La fermentación maloláctica del vino base (uno de los sellos identitarios de Juvé & Camps) se realizó de forma espontánea. La crianza en botella (rima) durante más de 80 meses de media se realiza con tapón corona. El tiraje de esta añada con 12, 5º de alcohol tuvo lugar en abril del año 2013. Catada la muestra número 1.963 de un total de 3.325 botellas de la añada 2012 justo al lado de la viña La Siberia. Este Brut Nature Gran Reserva muestra un bonito color de piel de cebolla con tonalidades rojizas. Es nítido y brillante. Sus burbujas son diminutas, con un desprendimiento constante, que forman inicialmente una corona perfecta. Exhibe fragantes notas que recuerdan al talco de rosa y también a las levaduras y brioche. A la vez, presenta notas de frutas rojas (cerezas) en un fondo de miel. En boca es fino, pero complejo, elegante, cremoso, nada empalagoso y con un carácter mineral (salino) que hace salivar. De hecho, el viñedo se encuentra en una de las zonas más calcáreas de las fincas de Juvé & Camps y de ahí, según el director de viticultura, podría derivar su expresión salina. Su carbónico está muy bien integrado en boca. Exhibe notas que recuerdan al talco de rosa y también a las levaduras y brioche Al presidente de Juvé & Camps le gusta maridar este cava rosado con la carne al horno de los cabritos que pacen en la viña donde nacen sus uvas, que se pueden comprar en la carnicería Cal Casimiro de la calle Tarragona de Sant Sadurní d'Anoia. El director de viticultura prefiere acompañarlo con un rape a la plancha, mientras que el director técnico se decanta por una codorniz con un suave escabeche. La directora de comunicación, Ana Lopezcano, es más de armonizar La Siberia con un arroz de mar y montaña o con una lasaña de verduras . También es ideal con la pasta, como por ejemplo con un plato de linguini con gambas rojas de Vilanova i la Geltrú. Se recomienda una temperatura de servicio situada entre los 7 y los 8?°C. Juvé & Camps es líder en la elaboración de Cava Gran Reserva ecológico. Presidido por Joan Juvé y dirigido por su hija y cuarta generación, Meritxell Juvé, la familia lleva dos siglos dedicada a la viticultura. Este pasado mes de noviembre han cerrado con una gran fiesta en Madrid los actos de su centenario como elaboradores de espumosos. Afirman que los pilares fundamentales en los que se basan son "la calidad y cuidado del viñedo, la elaboración de un gran vino base y las largas crianzas".