La mitad de los agricultores de la Comunitat Valenciana tiene más de 65 años. La falta de relevo generacional, al igual que en el resto de España, enciende las alarmas.
Un agricultor en un campo de patatas, en una imagen de archivo. / BERNABE / JAVIER LALIN
José Luis Zaragozá
València 06 OCT 2024 7:00
El campo valenciano se jubila . Envejece a marchas forzadas. La Comunitat Valenciana t iene la población vinculada al ámbito agrario -tanto labradores profesionales como a tiempo parcial- más envejecida de España al contar con casi la mitad de esa población con una edad superior a los 65 años edad. Mientras el r elevo generacional es la gran asignatura pendiente, así como el cambio de estructuras agrarias que aumenten el tamaño y la rentabilidad de la explotaciones , la autonomía se enfrenta a un futuro incierto durante las próximas décadas a la vista del avance imparable del envejecimiento del sector primario.
Aunque la situación es desigual por territorios, en España más del 40% de los agricultores supera los 65 años , con una media de 76, y solo el 8% tiene menos de 40. En los jubilados activos dominan los propietarios que cultivan y los arrendamientos de tierras a los jóvenes. Sólo el 8% de los agricultores españoles tiene menos de 40 años. Tal como revelan los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) -organismo dependiente del Ministerio de Agricultura- y de la Base de Datos de padrón (INE) - los perceptores de las ayudas directas de la Política Agrícola Común (PAC) en 2023 se sitúan en edades comprendidas diez puntos por encima de la media nacional, donde la mayoría de 65 años representan el 39% de los beneficiarios de las ayudas directas en España.
Perceptores de ayudas
El envejecimiento de la población agraria, a pesar de la incorporación de migrantes, es un hecho generalizado en todas las regiones, sin embargo, algunas de ellas, como Asturias o Cantabria presentan una situación más aliviada, especialmente en el caso de ésta última donde los jóvenes duplican la media nacional (16 %) mientras que los mayores de 65 años son el 21 % del total de agricultores.
De los 38.943 agricultores y ganaderos que perciben ayudas directas de la PAC en la Comunitat Valenciana , 19.458 tienen más de 65 años, es decir, prácticamente la mitad del total. Entre 65 y 40 años hay 17.470 beneficiarios (el 44%), entre 40 y 25 años hay 1.841 (el 4,73%) y menores de 25 años hay apenas 174 (el 0,45%), siendo la segunda comunidad española con menor porcentaje en esta franja de edad tras Canarias (0,09%). Teniendo en cuenta que los agricultores jóvenes oficialmente corresponden a los menores de 40 años, en la Comunitat Valenciana únicamente suponen el 5,18% de los perceptores de las ayudas directas de la PAC . Los hombres suponen el 60,9% mientras que las mujeres, con 15.213 titulares, alcanzan el 39%. Este porcentaje es similar al cómputo nacional.
Un trabajador trabaja con su tractor en un campo de Ourense. / INAKI OSORIO
«El negocio tiene que ser rentable para los más jóvenes y las ayudas no pueden tardar tanto tiempo en llegar», aseguran las organizaciones agrarias. Devolver la rentabilidad al campo podría hacerse, a su juicio, con una ley de la cadena alimentaria que se cumpla, definiendo la posición de dominio, prohibiendo la reventa a pérdidas, sancionando el incumplimiento de plazos de negociación de contratos así como otras medidas encaminadas a romper con la competencia desleal de países terceros.
A la vista de los datos, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado , sostiene que «la UE nos pone fecha de caducidad. Bruselas -lamentael dirigente agrario- vive desconectada de la periferia europea, ni se entera ni el Gobierno español le informa. Nos tememos que ni siquiera lee nuestras advertencias y reivindicaciones. Demuestra una excelencia de verbo pero no de escucha, un diálogo de sordos para mantener una Europa de primera y otra Europa de segunda en el extrarradio», agrega el dirigente de AVA-Asaja.
«Fracaso»
Matiza Aguado que «la PAC ha fracasado estrepitosamente. Ni permite a los mayores de 65 años jubilarse de una manera digna, ni garantiza una mínima incorporación de jóvenes al sector agrario. La Comunitat Valenciana ostenta el triste honor de encabezar a nivel nacional, y probablemente europeo, el envejecimiento del sector, la falta de relevo generacional y la su perficie agraria dejada de cultivar, con 173.000 hectáreas abandonadas . A los problemas de competitividad, se le suma el minifundismo que arrastra el campo valenciano precisamente a causa de la crisis de rentabilidad y de apoyo político».
Ante esta situación, Aguado reclama que «las buenas palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se traduzcan en un cambio drástico de las políticas agrarias que de verdad sirvan para garantizar la rentabilidad y, por tanto, el relevo generacional».
Trabas burocráticas
También la Unió Llauradora apunta a la existencia de trabas en la incorporación de jóvenes al sector, con ayudas que no funcionan y que tardan en cobrarse tres años, y pide que se den en dos fases: un 50 % a la resolución del expediente y otro 50 % tras la justificación de la inversión.
Un agricultor cuida unas plantaciones de aguacate. / FRAN EXTREMERA
Y considera que la Comunitat Valenciana puede emprender reformas para hacer más justas estas ayudas y, respecto a la PAC , insiste en la importancia de que vaya dirigida a los agricultores activos evitando que se diluya en quien no lo necesita para su renta , quienes d emuestran que más del 25 % de sus ingresos procede de la actividad agraria . La organización liderada por Carles Peris propone que los profesionales menores de 40 años recién incorporadas en la Comunitat Valenciana reciban, como mínimo, el importe medio estatal de ayuda de pagos directos de la PAC .
Más allá de las ayudas, el negocio se encuentra en un 80 % en el mercado , por lo que pide se cumpla la ley de cadena alimentaria, «definiendo la posición de dominio, prohibiendo la reventa a pérdidas, sancionando el incumplimiento de plazos de negociación de contratos, y otras medidas encaminadas a romper con la competencia desleal de países terceros. Si no hay apoyo el relevo generacional es imposible. Los jóvenes aguantan cuatro años y se van», comenta Peris: «Si queremos que sigan, hay que ponerse manos a la obra y mucho de ello es voluntad política», concluye el líder de la Unió .
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