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El clima, la falta de relevo o la I+D: todas las plagas de la agricultura

04/12/2023
En: lavanguardia.com
Digital
Agricultores, investigadores agrarios y agentes del sector primario debaten en un encuentro celebrado en València sobre los desafíos a los que se enfrenta el campo "Tenemos debilidades estructurales que son fácilmente salvables, pero hace falta un concierto político y profesional para cambiarlo". Cristóbal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), suele tener un discurso claro y directo y suya es esta conclusión del Encuentros en La Vanguardia que se celebró en València hace unos días bajo el patrocinio de AgroBank, la línea de negocio de CaixaBank especializada en el sector agroalimentario. Un debate poliédrico sobre un sector que identifica también a la cultura valenciana, unida desde hace generaciones a la explotación citrícola, pues un 2% de la producción mundial se cultiva en la Comunidad Valenciana. La conversación fue una charla con muchos matices sobre los retos presentes y futuros del campo valenciano. Celebrado en el espacio de GoHub, el 'corporate venturing' de Global Omnium y retransmitido en streaming, estuvo moderado por el delegado de 'La Vanguardia' en la Comunidad Valenciana, Salvador Enguix, y contó, además de con Aguado, con el secretario general de La Unió Llauradora i Ramadera, Carles Peris; así como por Carlos Campos, director de Agrobank en la Comunidad Valenciana; con José Blasco, coordinador del Centro de Agroingeniería del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y con Lucía Donnini, directora de Integración Agrícola de la empresa valenciana Importaco. El evento se celebró en GoHub, el 'corporate venturing' de Global Omnium Los ponentes dibujaron, antes de profundizar, los principales retos, que por sus reflexiones, no son pocos. Un mejor equilibrio en la cadena alimentaria, una mejor ayuda de las instituciones públicas para la adaptación tecnológica del agricultor/a, el acecho de la climatología y su torpedeo a las producciones hasta ahora desarrolladas, "y por complementar, sin duda el relevo generacional es un aspecto importante", comentó Campos. Nada más y nada menos. Y es que las plagas de la agricultura moderna no son pocas, y el cambio climático es una de ellas. El coordinador del Centro de Agroingeniería del IVIA habló de la compleja situación que vive el agricultor en este sentido, pues asume pérdidas tras temporales y situaciones climatológicas adversas a las que debe adaptarse. "Tiene que asumirlo para no repercutir los costes extra en el consumidor, que ya está muy estresado en cuestión de precios y puede escoger entre una competencia feroz". El campo y su traslado a la mesa fue otro de los temas planteados en el encuentro. Carles Peris resumió el contexto, "con años muy malos en los que vivimos una descapitalización del sector y donde no encontramos gente joven". A esto, lamentó, se añaden los déficits en la producción, pues como ya adelantó el representante de la Unió, "el futuro es producir más con menos". Para Lucía Donnini, es el momento de "un cambio de paradigma", en el que el aporte de valor provenga, entre otros, de la recuperación de variedades autóctonas. Como explicaron, cuesta mucho (en coste y en esfuerzo) producir, el cambio climático todo lo condiciona y la competencia en precio es voraz. Encima, falta relevo generacional y muchas tierras sufren abandono. En opinión de Peris, en estos años "se ha transmitido un valor muy importante en cuanto a dignidad del territorio, pero no tanto en tener un futuro digno y estable y en el campo se puede. Es un sector que aporta libertad", señaló. Aguado quiso concretar y apelar al estómago: "La sociedad tiene que entender que hacer la comida, en el campo, a la intemperie, no es tan sencillo". El presidente de AVA-ASAJA señaló a la clase política y acusó a Europa de ser "un gigante con pies de barro". En su discurso, Aguado criticó la rigidez de la Comisión Europa en un contexto en que su organización denuncia que la mitad de las interceptaciones de cítricos en la Unión Europa con plagas o enfermedades en octubre provenían de Sudáfrica. "Hay que dar garantías, y son los políticos quienes tienen que hacerlo así", apostilló. Aseguró que en Europa se hace "una política agrícola filosófica, y no una basada en informes científicos". Sobre este asunto, Lucía Donnini añadió que "la restricción regulativa tiene que ir acompañada de una I+D", pero insistió en que los alimentos europeos ahora mismo son "los más seguros". Formación en el campo Sobre el relevo también destacaron desfases. Así, Blasco observa una "brecha digital y de formación" en el sector que debe comenzar a cerrase en las universidades. "A quienes son el reemplazo generacional hay que tratarles de otra manera, tratando de fomentar la investigación para generar conocimiento y tecnología local, adaptado a las necesidades valencianas". Y fue muy concreto: "La adopción de tecnología no puede ser igual en un campo de cereales que en uno de naranjas", manifestó Blasco. En esa formación que opina ha de venir, Campos puso el ejemplo de la alianza entre el Basque Culinary Center y AgroBank para realizar iniciativas de promoción del talento joven que contribuyen a visibilizar y poner en valor el sector agroalimentario; o AgroBank Tech Digital INNovation, ecosistema de startups donde se buscan las mejores ideas y soluciones tecnológicas para transformar el sector agroalimentario a través de la innovación abierta. Campos explicó que aquí observan como cada vez más, se demandan este tipo de soluciones innovadoras, las empresas tienen "una mayor demanda mientras que el agricultor poco a poco va entrando también en estas dinámicas" que permiten, entre otras cosas, una mejor gestión de los recursos. Donnini explicó como en su trabajo de campo ve las dos tendencias: "Agricultores que utilizan drones y luego, todo lo contrario, otros que tienen unas prácticas más convencionales". Concluyó también que este es un sector "envejecido y muy masculinizado" y por eso considera relevante para transformarlo, "dar un paso más": "Es muy importante invertir en formación y en dar medidas de conciliación". El gran qué del siglo XXI. Desde el campo, tanto Aguado como Peris dijeron la suya. El primero advirtió que en cultivos extensivos hay más mujeres porque "la mecanización es más habitual"; mientras Peris añadió que "continúan siendo pocas las mujeres, pero la apuesta de futuro viene por ahí" y reseñó como su organización cambió su nombre por otro más inclusivo: la Unió de Llauradors i Ramaders es ahora la Unió Llauradora i Ramadera para acoger a todos y todas también en su denominación. "No tenemos que hablar tanto, y sí actuar", asumió Peris. El clima, la producción, el precio, la regulación, el abandono de tierras... y de nuevo, el clima. La falta de agua es una preocupación palpable, sobre todo en el sur de la Comunidad Valenciana. "La agenda 2030 está ahí y la sostenibilidad no es un enemigo y vamos a vivir con esto durante mucho tiempo. Cuanto antes nos hagamos amigos y pongamos todo lo que esté en nuestra mano, mejor", reconoció Campos. Peris aseguró que los agricultores miran a la investigación para dar solución a los vaivenes climáticos y pidió "patrones más resistentes y condicionantes que nos puedan facilitar nuestro día a día porque hay poco margen de maniobra para corregir las inclemencias". Y Aguado dijo que el campo quiere ser "competitivo, tener más rentabilidad y adaptarse más a las exigencias de los consumidores, pero en el camino se han perdido muchas cosas, como el aroma y el sabor". Por su parte, Donnini apuntó que "el cambio climático supone un riesgo principal para garantizar el suministro, por lo que necesitamos encaminar acciones para reducir su impacto en la agricultura y trabajar con los centros de investigación y agricultores". Por último, y a pesar de las plagas, convencidos del prestigio de la agricultura valenciana, pidieron más promoción y colaboración. "Necesitamos colaborar entre todos los actores y necesitamos confianza y transparencia", apuntó Lucía Donnini. Si las plagas llegan, estarán esperándolas preparados.
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