Esta organización juzga esencial frenar su expansión para evitar un "colapso hídrico" El aumento del regadío constituye la mayor amenaza para los ecosistemas acuáticos en el Estado español y puede llevar "a un colapso al sistema hídrico en pocos años en buena parte del territorio". Así lo recalca Santiago Martín Barajas, portavoz de Ecologistas en Acción en el Día Mundial del Agua. En España hay actualmente más de cuatro millones de hectáreas (has) de regadío, a las que hay que añadir el regadío ilegal. Y según estudios recientes (realizados en Doñana, Daimiel, el acuífero de los Arenales, Valladolid, y el Mar Menor), el regadío ilegal incrementar esa cifra en un 30%. De esta manera, las cifras más realistas de regadío total se situarían, como mínimo, por encima de los 4,5 millones de has, según Martin Barajas. Los datos sobre el regadío supone el 85% del consumo de agua en el Estado español. El porcentaje es incluso mayor si se tienen en cuenta los retornos, es decir, el agua que vuelve de nuevo al sistema después de usarse. El regadío sigue creciendo. Castilla-La Mancha es la región donde más ha aumentado, con un crecimiento de superficie regada del orden del 65% en los últimos 25 años. A continuación se sitúan Andalucía y Extremadura. Es especialmente preocupante el aumento exponencial que están teniendo los cultivos de regadío intensivo de leñosos que hasta hace dos o tres décadas eran solo de secano, como es el olivar, el viñedo y el almendro, ahora acompañado también del pistacho. Ecologistas en Acción califica de "increíble" que el cultivo en regadío más extenso sea el olivar con 853.000 has. Hay también en riego 400.000 has de viñedo, 150.000 de almendro y 20.000 de pistacho. Consecuencias ambientalmente "desastrosas" Las consecuencias de esta explosión del regadío están siendo ambientalmente "desastrosas", dice esta organización. En Andalucía los embalses están tan sólo al 30% al inicio de la primavera, cuando deberían estar casi al doble. En el pasado verano se secaron todas las lagunas del Parque Nacional de Doñana. A pesar de ello, la Junta de Andalucía pretende legalizar 1.600 has más de regadío en el entorno de este espacio protegido. En Castilla-La Mancha la sobreexplotacion de los acuíferos se intensifica. El complejo lagunar de Daimiel está prácticamente muerto. Incluso los humedales que se abastecían de las aguas residuales depuradas ni siquiera pueden disponer de este recurso por la apertura de nuevos pozos en su entorno, como ocurre en la laguna de Navaseca. En la región manchega, además, se están abriendo numerosos pozos ilegales y el regadío "legal" extrae varias veces más agua de lo autorizado, como ocurre en las provincias de Cuenca, Albacete y Ciudad Real. En esta última, el Seprona denunció que el 99% de los contadores de los pozos estaban trucados para no contabilizar todo el agua que extraen. Uso masivo de fertilizantes y plaguicidas, Por otra parte, la proliferación del regadío conlleva el uso masivo de fertilizantes y plaguicidas, que contaminan acuíferos y aguas superficiales. Un ejemplo paradigmático de las consecuencias de esta contaminación es la destrucción del Mar Menor (Murcia). Por todo ello, "Ecologistas en Acción considera la expansión del regadío como la mayor amenaza actual para el medio natural". Si se continúa como hasta ahora, en la siguiente sequía plurianual se producirá un colapso hídrico que afectará especialmente a la mitad sur de la península, añaden. Para evitar este desastre, Ecologistas en Acción considera esencial frenar la expansión del regadío y reducir la superficie actualmente regada en, al menos, un millón de hectáreas. De esta forma, se podría alcanzar un cierto reequilibrio hídrico y evitar que se produzca el colapso hídrico. Esta reducción de la superficie regada en ningún caso afectaría a la soberanía alimentaria, pues actualmente el 75% de la producción en regadío se destina a la exportación.