El arte de la esquila de ovejas

Es el momento de "tondre", palabra que en catalán se refiere a la acción de cortar el vellón de lana del animal * La autora forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia Ha llegado el tiempo de la esquila de ovejas, una práctica que viene de lejos, de muy lejos en el tiempo. Ya hay noticias del esquileo en la dinastía III de la ciudad de Ur (2111-2003 a. C.), que controlaba la zona baja de Mesopotamia. Se denomina esquila al proceso mediante el cual se corta el vellón de lana de una oveja. La persona encargada de este proceso es el esquilador. Por lo general cada oveja adulta es esquilada todos los años. Se hace tanto en explotaciones ganaderas grandes (se procesan a menudo cientos y a veces hasta más de 3.000 ovejas por día), como en las pequeñas masías con rebaño, como en Catalunya. En Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia podemos ver imágenes de la esquila de la oveja, en este caso, en el Mas Niubó, en Manlleu, comarca de Osona. Es el momento de "tondre", palabra que en catalán se refiere a la acción de cortar el pelo de un animal muy cerca de dónde nace. En Catalunya existe la figura del "tonedor", persona que esquila la lana en las ovejas. La esquilada para quitar el vellón de lana de la oveja es una parte esencial de la ganadería ovina. Antes era un oficio manual, que se hacía con unas tijeras gigantes, al descubierto, a menudo en la era de batir, excepto cuando llovía, que es cuando se utilizaba el corral. Ahora se ha mecanizado y se tarda mucho menos tiempo. Esto se hace a menudo en un cobertizo diseñado para procesar cientos de ovejas, excepto en las explotaciones más pequeñas y familiares que aún utilizan métodos más tradicionales. Cada año, en Ripoll, se celebra una fiesta de la lana donde esquiladores hacen demostraciones del modo de esquilar las ovejas.