Hace tan solo unos meses, la situación hídrica era bien distinta a la actual. Las cuencas de la Península mejoraban un poco sus niveles por el invierno, pero la sequía , así como las restricciones, seguían en realidad bien presentes en varios territorios. Sin embargo, marzo ha revolucionado este panorama. Las lluvias copiosas de este último mes -sumadas a las continuas precipitaciones que se han seguido produciendo durante abril- han provocado que la reserva de España se encuentre ahora en la mejor situación de los últimos años : al 74% de su capacidad actual , según los datos de este mismo martes. En este contexto de bonanza, ¿es posible tomar medidas para que los momentos de escasez extrema no se repitan? Los números hablan por sí solos y varios territorios han llegado también a cifras casi nunca vistas. Las cuencas internas de Cataluña , que hace tan solo un año se encontraban al 16%, ahora llegan a rebasar el 65% de su capacidad. Un repunte que también ha sido especialmente significativo en el sur. Guadalquivir, Mediterránea Andaluza o Guadalete-Barbate, que hace doce meses se movían en torno al 20-25%, han mejorado sus niveles hasta en 25 puntos porcentuales. "Sevilla ahora mismo tendría agua para seis años aunque no llueva nada", apunta a 20minutos Leandro del Moral Ituarte, catedrático de la Universidad de Sevilla y miembro de la Mesa Social del Agua de Andalucía. La cuestión, entonces, pasa por descubrir qué se puede hacer y mejorar para que las imágenes de pantanos completamente secos no vuelvan a repetirse. Y eso a pesar de que con la llegada de las buenas temperaturas y la falta de precipitaciones del verano, ya se espera que casi todas las cuencas experimenten su característico descenso estival . Para Del Moral, el principal problema de la reserva nacional pasa por la sobreexplotación de todos los recursos hídricos que ya se está produciendo. "Ahora estamos en una situación muy holgada y hemos salido de la situación de sequía incluso en Cataluña o Andalucía. Lo que ocurre es que si lo comparamos con las lluvias que se esperan para los próximos años, las demandas siempre van a superar los recursos que va a haber disponibles", destaca este experto. Asimismo detalla que la máxima para poder conservar el agua y seguir ahorrando pasaría porque el sector agrario y el ganadero disminuyeran la gran cantidad de agua que consumen, que se calcula que está en torno al 70-80% de cada cuenca. "La agricultura de regadío no puede aumentar" "Hay un acuerdo bastante generalizado de que la agricultura de regadío no puede aumentar. Incluso las asociaciones de agricultores lo dicen porque no hay suficiente agua ya para todos. Ahora mismo, en algunos planes de Extremadura se incluye el regadío de zonas extensas que son una barbaridad. En Huelva está incluso aumentando y no hay que irse muy lejos para ver por carreteras de toda España extensiones de olivar, de viña, o de almendro, que eran cultivos de secano y que ahora están puestos en regadío", expone el catedrático sobre esta problemática. Agua embalsada a 8 de abril de 2025. Carlos G. Kindelán En el mismo sentido se expresa José Miguel Viñas. Este experto y meteorólogo de Meteored explica que hoy por hoy existe una gran demanda de agua especialmente en zonas del sureste, donde se ha potenciado por ejemplo el cultivo de invernadero solo porque desde un punto de vista económico es muy productivo, pero que no lo es tanto para los recursos disponibles. Viñas, además, aboga por la creación de un comité a nivel nacional capaz de darle solución a todos estos problemas: "Lo que habría que hacer es estar mejor preparados y no llegar a vivir una situación tan crítica". "Hay que parar eso", declara asimismo Del Moral en relación a poder conservar el máximo posible del agua que ha caído desde marzo: "Pero es muy complicado, porque es una inercia muy grande que viene de lejos , de presiones de territorios que se han tolerado tanto desde las administraciones estatales como desde las comunidades autónomas". En este sentido, en los últimos años se ha abogado por la modernización de los sistemas de regadío, como por ejemplo, a través del sistema de riego por goteo . Pese a ello, según asevera el catedrático, se ha comprobado que el agua que supuestamente se ahorra, no se economiza en realidad, ya que se libera igualmente de los embalses y de los ríos: "Una finca que consume 100 hectómetros cúbicos se moderniza y con el riego por goteo solo utiliza 70, pero esos 30 no se liberan, sino que por un mecanismo de rebote se vuelven a utilizar aumentando la producción, lo cual repercute en una situación de mayor estrés todavía para el sistema hídrico". Crear un Plan Hidrológico Nacional Para Viñas, la clave para poder ahorrar agua recaería entonces principalmente en la creación de un Plan Hidrológico Nacional : "Lo que hay que ver es la evolución pluviométrica y el comportamiento que se está observando de las lluvias en nuestro país. Hay una tendencia muy clara en el aumento de sequías y hay que hacer algo que está todavía pendiente en nuestro país, que es ese Plan Nacional". "El tema de la agricultura, los trasvases... que la situación del agua sea integral y que no haya diferencias es importante. Habría que crear un comité técnico de expertos que estuviera por encima de esas decisiones políticas y que tomara decisiones a largo plazo porque hay que repensar y reorganizar varias actividades", añade Viñas. Entre ellas, por ejemplo, está la del aguacate , un alimento cuyo cultivo se ha intensificado en España en los últimos 30 años, especialmente en Andalucía, y que precisamente se caracteriza por la gran cantidad de agua que requiere. De todo ello han alertado en numerosas ocasiones los expertos y las asociaciones ecologistas, quienes aseguran que su cultivo tiene un gran impacto medioambiental. Ecologistas en Acción, en su informe El verdadero precio de los alimentos , recalca por ejemplo que para una sola pieza de este fruto se pueden llegar a necesitar hasta 350 litros de agua. Y al aguacate se une el aumento reciente de otras frutas tropicales, como el mango o la papaya, cuyos cultivos también requieren de grandes cantidades de recursos hídricos . "La demanda de agua sobrepasa la disponibilidad actual de recursos y cifrar la solución en la generación de más y más recursos, que ha sido la estrategia de los últimos 100 años, es hoy una equivocación", expone Del Moral. Repensar los usos de agua del turismo Al agrario se une otro sector que es clave para poder ahorrar la bonanza que actualmente tienen los embalses: el turismo. Según datos de la Fundación We Are Water , un ciudadano medio consume alrededor de 127 litros de agua al día, mientras que un turista emplea en España entre 450 y 800 litros dependiendo de la zona y la época del año , una cifra que se calcula en base al gasto hotelero, de restauración y de actividades de ocio que pueda realizar este visitante durante su estancia. Por tanto, si se quieren mantener los niveles de los embalses los más óptimos posibles, la clave pasaría también por repensar estas actividades relacionadas, según declaran los expertos. "El turismo, el ocio, la jardinería asociada a ellos, los deportes relacionados con el agua... En esta sequía se ha puesto de manifiesto la importancia del agua especialmente en territorios como la Costa Brava o la Costa del Sol, donde se consumen volúmenes porcentualmente más altos y con los que se plantean conflictos", expresa al respecto Del Moral. "Se deben hacer políticas que repiensen todo esto" , asegura en el mismo sentido Viñas, quien destaca ya se están haciendo progresos en algunas ciudades: "Hay iniciativas que lo que están haciendo no es trabajar por eliminar el turismo, sino trabajar en que el consumo de agua de esta actividad se racionalice de otra manera. Puede seguir habiendo hoteles, pero todo el agua que se utiliza para regar, por ejemplo, se puede replantear. Esto ya no es 'tengo un grifo y hago lo que quiero". Con todo, a pesar de que ambos expertos coinciden en que los problemas hídricos en España son varios, de cara a este verano o al año que viene, las lluvias de estos meses parecen haber roto las tendencias. Para esta próxima época estival no se esperan grandes restricciones en casi ningún territorio , apuntan ambos. No obstante, también alertan de que la situación de sequía sigue como siempre a la vuelta de la esquina. "El déficit hídrico está ahí y aun así no hay recursos suficientes para satisfacer tanta demanda", detalla Del Moral, quien alerta de que hay que pensar en qué ocurrirá dentro de cinco, 10 y 20 años: "La política del agua necesita más interacción, diálogo y compromiso social para superar las deficiencias y desequilibrios en los procesos de toma de decisión".