España respira vino. No solo marida nuestros platos y realza sus sabores, atestigua tertulias que se prolongan hasta más allá de la sobremesa y nos acompaña a lo largo de algunos de los más importantes momentos de nuestra vida. El sector del vino en nuestro país es estratégico tanto para nuestra economía como para la sociedad y el medioambiente, y favorece el crecimiento de la España Rural donde desarrolla su actividad, contribuyendo así a aumentar la riqueza y el empleo en zonas semivacías o con poca población fija. En este sentido podemos poner en relevancia las palabras de Ángel Villafranca, presidente de la Interprofesional del Vino en España: "El sector vitivinícola es sostenible en lo económico con más de 4.000 empresas, que generan un Valor Añadido Bruto total superior a los 23.700 millones de euros anuales, equivalentes al 2,2% del PIB de España; en cuestión de empleabilidad, ya que dicho sector crea más de 427.700 empleos de forma directa e indirecta, lo que representa el 2,4% del empleo en España; y por supuesto sostenible en lo social, porque crea empleo, riqueza y oportunidades de futuro en cientos de pequeños pueblos en los que tenemos vocación de permanencia porque es allí donde está nuestra gente y donde queremos seguir estando". Estos datos del sector vitivinícola vienen a avalar las declaraciones de Villafranca: El sector vitiviviníca entiende la sostenibilidad desde tres ejes: económico, social y medioambiental. Y para que esa triple sostenibilidad se mantenga la Interprofesional del Vino de España ha elaborado con el apoyo del sector su plan estratégico para los próximos cinco años con dos objetivos principales: incrementar el valor y un reparto equitativo a lo largo de toda la cadena. Esta hoja de ruta, como destaca el propio Villafranca, "es el resultado de un exhaustivo proceso de investigación y análisis, que ha contado con la participación y consenso de todos los agentes del sector. Los ejes sobre los que gira este ambicioso plan se centran en reforzar el posicionamiento y la imagen, con el objetivo de incrementar su valor a nivel internacional e impulsar el consumo interno; buscar el equilibrio entre oferta y demanda, el reparto equitativo del valor y la rentabilidad a lo largo de la cadena, junto a la mejora de la competitividad del sector; liderar en sostenibilidad; valorizar el vino, y su consumo responsable, como parte de un estilo de vida saludable; y fomentar el enoturismo. debido a la alarmante situación que provoca el cambio climático en nuestro planeta, el sector del vino también trabaja por la sostenibilidad medioambiental desarrollando soluciones innovadoras para mitigar este proceso en la mayor medida posible, velando por el cuidado de los ecosistemas naturales y otros objetivos de en materia de sostenibilidad medioambiental. En este sentido, el sector del vino apuesta por la gestión eficiente de los recursos hídricos (aunque no está de más aclarar que el cultivo de la vid es, en su mayoría, de secano), el aprovechamiento y valorización de los residuos que se generan a la hora de producir los caldos (biomasa de la poda, posos de uva, residuos de orujo...); apuesta por la economía circular como la utilización del bagajo de la uva como fertilizante o la recuperación de variedades autóctonas de ciclo más largo y más resistentes a la nueva realidad climática. Además, el sector vitivinícola aporta más de 120 800 hectáreas de viñedo ecológico, es decir, un 13,1 % del total para vinificación existente en España. Ello nos convierte en el país con mayor extensión de viñedo ecológico del mundo, El consumo de vino debe estar asociado siempre con la moderación para que, en conjunto con una dieta mediterránea abundante en alimentos vegetales y el empleo de aceite de oliva , pueda aportarnos todos sus beneficios. Por ello, es importante destacar los esfuerzos del sector por la promoción del consumo moderado de vino a través de iniciativas como el programa internacional "Wine in Moderation" o el apoyo a la investigación científica relacionada con todos los beneficios que proporciona el consumo moderado de vino. En España, FIVIN (Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición) es uno de las instituciones que más trabaja en la difusión y promoción de la investigación rigurosa de los efectos del consumo moderado de vino sobre la salud. Este año, además, ha convocado un programa de ayudas a la investigación a proyectos que investiguen los efectos del consumo de vino en nuestra salud. El vino forma parte de la esencia de nuestra cultura y gastronomía. Es reflejo de la idiosincrasia de un pueblo de costumbres arraigadas y contribuye a generar riqueza allá donde más se necesita. Estaría bien acordarse de todo esto la próxima vez que se alce la copa para brindar por los buenos momentos en compañía.