Castilla y León resuelve casi 9.000 peticiones de préstamos para ayudas por la sequía

Así lo confirma el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, durante una jornada en el Castillo de Fuensaldaña y explica que las subvenciones ascenderán hasta los 354 millones El Gobierno que preside Alfonso Fernández Mañueco autorizó un total de 8.866 peticiones de préstamos para ayudas correspondientes a los daños generados en el campo por la sequía de este año, lo que supondrá un montante económico de 354 millones. Publicidad Así lo confirmó el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, durante la inauguración del congreso «Empresa y Mundo Rural», celebrado en el Castillo de la localidad vallisoletana de Fuensaldaña. Además, explicó que esta partida supone el 75 por ciento de las solicitudes presentadas por los profesionales, mientras que el 25 por ciento restante se están analizando actualmente con el fin de ir dando las autorizaciones próximamente. En este sentido, señaló que estos préstamos «surgen de la necesidad de paliar los efectos de financiación provocados en las explotaciones agrícolas y ganaderas de Castilla y León por la sequía de 2019». Los créditos podrán utilizarse para la amortización de parte o la totalidad de los que ya se concedieron por la sequía de 2017. Las ayudas individuales podrán ser de hasta 40.000 euros por beneficiario y como mínimo de 6.000 euros, para un periodo de cinco años con la posibilidad de un año de carencia. Los beneficiarios tienen un plazo de tres meses desde que reciban la notificación para su formalización, no obstante la medida que acaba de resolverse podrá oficializarse hasta finales de febrero del próximo año. Publicidad La Consejería financiará todos los intereses para los beneficiarios que tengan suscrito seguro agrario o la mitad de los intereses para los que no teniéndolo se comprometa a suscribirlo. Los préstamos no tienen comisión de apertura y no pueden vincularse a la contratación de ningún producto financiero o domiciliación de recibos distinto al de la obtención de garantías.