Se hacen un hueco en el mercado pese al escepticismo de los expertos El champán Ice Impérial de Moët & Chandon fue el primer producto destacado que popularizó los vinos espumosos pensados para ser servidos acompañados con hielo o servidos muy fríos, teniendo en cuenta que las muy bajas temperaturas inutilizan la percepción de las 10.000 papilas gustativas. Cuando se estimulan, las células gustativas envían mensajes al cerebro a través de tres nervios especializados del gusto. Tras ponerse en la boca un cubito de hielo es prácticamente imposible, por el frío que adormece las papilas, percibir el sabor de los alimentos o bebidas justo después. Es algo parecido a lo que sienten las personas que sufren ageusia (un trastorno que incapacita por completo para sentir el sabor) o hipogeusia (una disminución del sentido del gusto). No pocos expertos suelen ser escépticos o incluso considerar que es sacrilegio añadir hielo a un espumoso por considerar que afecta negativamente la experiencia sensorial, al alterar su perfil aromático y gustativo con la dilución. Pese a ello, se han hecho un hueco en el mercado y algunas bodegas afirman que sus ventas no dejan de crecer y que estos productos contribuyen a desestacionalizar y a buscar nuevos momentos de consumo. Los vinos espumosos para servir con hielo suelen tener una estructura más robusta y un mayor contenido de azúcar residual Los espumosos pensados para servir con hielo, habitualmente en copa balón, suelen ser más dulces y tener un perfil de sabor más afrutado para compensar la dilución causada por el hielo. El dulzor adicional y la acidez equilibrada aseguran que el vino no pierda su carácter al enfriarse y diluirse. Los vinos espumosos diseñados para servir con hielo generalmente tienen una estructura más robusta y un mayor contenido de azúcar residual. Esto les permite mantener sus cualidades organolépticas a pesar de la presencia de hielo. Hay quien prefiere servirlos acompañados de rodajas de frutas o hierbas aromáticas. El Ice Impérial de Moët & Chandon, que se comercializa en versión blanca y rosada, se anuncia como "el primer y el único champán especialmente creado para disfrutarlo con hielo". Desde esta marca del grupo de gran lujo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) se añade que su disfrute supone "una nueva experiencia que combina sensaciones divertidas, frescas y libres, pero siempre fiel al estilo Moët & Chandon, que se distingue por su fruta viva, su paladar seductor y su madurez elegante". Lo definen como fresco, sabroso e intenso. E incluso afirman que "si se pudiera capturar el sabor de un verano dorado sería en una botella de Moët Ice Impérial". El chef de cave de esta marca, Benoît Gouez, propone servirlo con tres cubitos. El presidente-director general de la división de vinos Estates & Wines (Moët Hennessy/LVMH) de 2001 a 2013, Xavier Ybargüengoitia, recuerda que el lanzamiento del Ice Impérial de Moët & Chandon "ya fue un gran éxito desde sus inicios, incluso por encima de las previsiones que se habían hecho". Ybargüengoitia añade que "el boom de este segmento, dado que en la Champaña solo podíamos jugar añadiendo más azúcar por las estrictas limitaciones de la denominación de origen, nos llevó a desarrollar un producto similar en nuestra bodega de Argentina y otro en la de California". En Argentina, con el Chandon Delice, optaron por añadir un vino dulce de vendimia tardía en el licor de expedición "que daba la impresión de mayor dulzor sin tener más azúcar". En California añadieron la afrutada variedad moscatel en la elaboración del espumoso. Todos estos productos para servir con hielo, que "son más frescos, más fáciles de beber y más afrutados", fueron diseñados, según Ybargüengoitia, para competir con los emergentes prosecco italianos. Estos nuevos espumosos se presentaron en el mercado como una ayuda para atraer a nuevos consumidores, principalmente jóvenes, que pueden no haber sido tradicionalmente bebedores de vino espumoso. El éxito con productos como el Ice Impérial de Moët & Chandon llevó a elaboradores de espumosos del Penedès a lanzar espumosos similares El éxito con productos como el Ice Impérial de Moët & Chandon también llevó a no pocos elaboradores de espumosos del Penedès a lanzar productos similares (Freixenet, Codorníu, Jaume Serra, Vilarnau, Cavas Hill, Canals & Munné, Aymar, Maset...). Freixenet lanzó al mercado su Ice en 2016. Según Maria Chiara Marchetti, directora de marketing de Freixenet, desde su estreno "Ice fue un gran éxito como importante innovación enfocada a buscar nuevos momentos de consumo". Asegura que es un cava ideal para el verano pensado, explícitamente, para ser consumido en una copa balón acompañado por varios cubitos de hielo, incrementando aún más la sensación de frescura del cava, y que puede ser combinado con menta o frutos rojos. El presidente del Consejo Regulador del Cava, Javier Pagés, afirma que son aún hoy un segmento muy pequeño y "algo estancado". Añade que "tienen cierta gracia como copa de aperitivo desenfadada en los meses más calurosos como complemento a cavas de mayor nivel para celebraciones o como acompañantes versátiles para platos gastronómicos de todo el mundo". Pero hay cavas como Vilarnau (González Byass) que ven crecer las ventas de su Ice en torno al 6% anual. El director-gerente de Vilarnau, Damià Deàs, afirma que su producto es especialmente apreciado en Escandinavia, México, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Ecuador, Chile y Panamá, así como en el mercado español. Pero no solo los espumosos se degustan con hielo. Hay quien quiere disfrutar con cubitos los vinos blancos, los rosados e incluso los tintos. Aunque más generalizado es consumir con cubitos bebidas a base de vino como la sangría. En Francia se conoce como vinos de piscina a aquellos diseñados especialmente para disfrutar en la piscina, o para los momentos de relax bajo el sol. Cinco espumosos 'on the rocks' 1- Moët Ice Impérial Aseguran que es "el champán perfecto para celebrar el verano", e ideal para maridar con frutas variadas, sushi y snacks dulces. También añaden que "invita a liberarse de las convenciones y abrazar la alegría de vivir el momento". Elaborado con las variedades pinot noir, meunier y chardonnay, es dulzón y afrutado, pero con buena acidez. Precio: 59,95 euros. 2- Freixenet Ice Rosé Elaborado con las variedades garnacha, pinot noir y un toque de chardonnay, este cava semi seco contiene 49 gramos de azúcar por litro. Tiene una crianza de entre 9 y 12 meses. Proponen disfrutarlo en copa balón con grandes cubitos de hielo. Dicen que es "la nueva forma de beber un rosé". Ofrece notas de frutillas rojas del bosque y también de fresas. Es ostensiblemente goloso. Precio: 8,99 euros. 3- Vilarnau Ice Reserva Elaborado con la variedad subirat parent (malvasía riojana), este cava reserva fruto de la agricultura ecológica exhibe notas tropicales como las del lichi y también de pétalos de rosa y flor de saúco. Es ácido, sabroso y dulce (23 gramos de azúcares por litro). Sugieren servirlo en copa balón con cubitos de hielo, solo o añadiendo fruta: melocotón en almíbar, albaricoque o mango. Precio: 20 euros. 4- Aus Pét-Nat 2023 de Celler de les Aus Aunque no se elaboró pensando en ser servido con hielo, el propietario y enólogo de El Celler de les Aus - Alta Alella, Josep Maria Pujol-Busquets, afirma que en verano es ideal disfrutarlo con grandes cubitos, evitando su dilución. Es una pansa blanca (xarel·lo) ecológica. Un refrescante, crujiente, ligero y seco espumoso elaborado con el método ancestral y sin sulfuroso añadido. Precio: 12,95 euros. 5- Veuve Clicquot Rich Rosé Este dulce champán rosado para disfrutar bajo el sol contiene 55 gramos de azúcares por litro. Ha sido creado para disfrutarse con hielo o muy frío. Dicen que es ideal para consumir en cualquier ocasión, ya sea en la piscina con amigos, en una tarde de verano soleada o durante el aprés ski disfrutando del atardecer". Es dulzón y afrutado (fresas, frambuesas o grosellas). Precio: 91,20 euros.