La experta asegura que la puerta de la nevera es el peor lugar para almacenarlos ya que cada apertura provoca variaciones de temperatura, generando una condensación poco recomendable. Descubre cuál es el mejor lugar para conservarlos.
Es una costumbre que poca gente se cuestiona. Vamos al supermercado, cogemos los huevos de la estantería y cuando llegamos a casa los metemos en la nevera. Allí los guardan a temperatura ambiente, nosotros, sin embargo, consideramos, no sé sabe muy bien por qué, que una vez en casa necesitan frío para conservarse.
Lo cierto es que antiguamente sí se guardaban en cestas fuera del frigorífico porque entonces eran frescos, se consumían rápido y el ambiente era más favorable. Hoy en día, con cadenas largas de distribución y cocinas más cálidas, la nevera es la mejor opción para conservarlos con seguridad. Así que sí, aunque lo hagamos sin pensar, la nevera es donde mejor están. Pero no en el sitio que les reservamos generalmente .
En sus vídeos de TikTok e Instagram, Boticaria García ha explicado que la cáscara del huevo no es impermeable, sino que está llena de poros (entre 7.000 y 17.000) por donde podrían entrar bacterias como la Salmonella . De hecho este verano hubo más de un centenar de intoxicados por un brote de Salmonella en un hotel de La Manga (Murcia). "La cutícula, una capa natural que funciona como barrera, protege estos poros. Pero es sensible: si el huevo suda (es decir, se condensa humedad sobre su cáscara), esa protección puede degradarse y facilitar la entrada de bacterias", asegura.
En el supermercado, los huevos se mantienen fuera de refrigeración para no sufrir cambios bruscos cuando son transportados a casa, por ejemplo, desde el lineal de frío a un coche caliente. Esto ayuda a evitar la condensación que podría dañar la cutícula y favorecer contaminación.
¿Dónde guardar los huevos cuando llegamos a casa?
Según Boticaria García, una vez en la cocina, los huevos están expuestos a variaciones constantes de temperatura (por cocinar, abrir ventanas, calefacción...). Esto también incrementa riesgo de sudoración o condensación y, con ello, el deterioro de la cutícula. La solución es guardarlos en el frigorífico , donde la temperatura es más estable y se reduce la posibilidad de contaminación. Pero no en la puerta. "Es el peor lugar para almacenar los huevos, ya que cada apertura provoca variaciones de temperatura, generando condensación que vuelve a comprometer la cutícula".
Trucos para evitar la Salmonella
Y conviene mantenerlos en su envase de cartón original , en las baldas interiores del frigorífico (no en la puerta), y colocarlos con la punta hacia abajo para que la yema se mantenga centrada. Además, no se deben lavar antes de guardarlos en la nevera, ya que el agua elimina la cutícula protectora. Lávalos solo justo antes de usarlos, si es necesario. ¡ Y a disfrutar de este manjar ! Que se ha publicado un estudio que dice que los huevos fritos no suben el colesterol sino que pueden bajarlo. Así que ¡ a celebrarlo !