Los consejeros Olona y Guillén han participado en la jornada "La industria agroalimentaria en Aragón, de granero a despensa", organizada por Aragonex en Madrid.
Para el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, el complejo agroalimentario aragonés tiene ante sí tres grandes retos a corto plazo que pasan por duplicar la cifra actual de ventas para alcanzar y superar los 10.000 millones de euros, ampliar la calidad diferenciada, pasando del 5 al 15% y fortalecer la promoción institucional apostando sobre la base de la Estrategia aragonesa que se articula en torno al logolema "Comparte el Secreto".
Así lo ha expresado el consejero en la jornada "La industria agroalimentaria en Aragón, de granero a despensa", organizada por Aragonex en el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en Madrid, donde ha resaltado el peso del complejo agroalimentario (agricultura, ganadería, agroindustria, distribución y logística) en la economía aragonesa con la generación de más del 10% del PIB y del 12% del empleo de la Comunidad.
En su exposición Olona ha defendido esta visión integradora de la agroalimentación, puesto que "es la mejor manera de reflejar la cadena de valor asociada a la cadena alimentaria y porque ya existen sectores y empresas que no pueden entenderse al margen de esta visión integrada como son el vino, la leche, los huevos, el pollo, la carne y derivados porcinos".
Para el consejero los consumidores prestan una atención creciente al origen y procedencia de las materias primas, convirtiéndose en una fuente de valor y de diferenciación competitiva. "La idea del campo al plato favorablemente valorada por los consumidores no necesariamente debe entenderse como una estrategia empresarial e individual sino sectorial y colectiva".
Olona ha recordado que la producción agrícola y ganadera sólo puede llegar al consumo final en forma de alimentos a través de la agroindustria y la distribución. "El objetivo no debe ser tanto que los productores -en particular los del actual modelo familiar dominante- lleguen directamente al consumo final de forma ineficiente, sino que lo hagan a través de una cadena eficaz y socialmente responsable".
"La fragmentación sectorial tradicional no tiene sentido en una economía globalizada y un sector económicamente débil y sin relevancia social ni territorial difícilmente puede aspirar a contar con el apoyo de la política pública fuerte que requiere el sistema agroalimentario, que debe proporcionar alimentos seguros y de alta calidad a precios asequibles". No obstante, "la contribución social y territorial del sistema agroalimentario como tal se basa en el mantenimiento del modelo familiar de producción agrícola y ganadera que sustenta nuestro mundo rural".
El consejero entiende que para fortalecer la idea de complejo agroalimentario es necesario apostar por la integración vertical y horizontal productiva. "Todos los agentes de la cadena deben aunar esfuerzos para dar respuesta a las necesidades reales del consumo alimentario final". Asimismo, apostar con ambición por la promoción agroalimentaria centrando los objetivos y las acciones en el consumo final, "que no demanda materias primas destinadas al granero, sino alimentos cada vez más sofisticados destinados a las despensas de los hogares y de la restauración en sus diversas modalidades". Además de "apostar por la calidad diferenciada, que es esencial a su vez para la promoción institucional eficaz, el apoyo de la agroindustria como agente articulador es esencial".
Por su parte el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha resaltado en la clausura de la jornada que, desde el punto de vista económico, "Aragón está bien preparado para los desafíos del cambio climático gracias al desarrollo sobre todo durante los últimos años de sectores estratégicos". Particularmente ha incidido en que la Comunidad reúne las condiciones para convertirse en "la gran plataforma logística del sector de la agroalimentación". En este sentido, ha recordado que Aragón produce actualmente alimentos para unos 10 millones de personas, ocho veces más que habitantes tiene la Comunidad.
"El sector primario sigue en expansión", ha explicado, con la implantación o las inversiones de numerosas empresas, entre las que ha resaltado el complejo de BonÀrea en Épila, "la Opel de la agroalimentación" como la describió en su día el presidente Lambán. Dado que ésta y otras empresas del sector abarcan todo el ciclo económico -producción, transformación, comercialización y consumo interno-, Aragón, ha resaltado, está "cada vez más preparado para captar todo el Valor Añadido Bruto (VAB) de la cadena.
Finalmente, Guillén ha subrayado que "la agroalimentación es fundamental para combatir la despoblación dado el arraigo con el territorio que requiere esta actividad y ha apuntado que los consumidores son cada vez más exigentes con la seguridad alimentaria; razón añadida para seguir avanzando en investigación, trazabilidad y calidad de los productos aragoneses".