¿Qué podemos aprender de la podología en vacuno para aplicar a las cerdas?

Distinguir correctamente entre una cojera y una lesión de pezuña es básico para solucionar un problema grave. El número de cerdas que se pierden por problemas podales está claramente infravalorado debido a una deficiente atribución de la causa de muerte o descarte. En vacuno de leche la ciencia ha avanzado más, el podólogo es un auxiliar imprescindible en producción lechera. La cojera en vacas de leche es un problema de la fase de transición, el equivalente en ganado porcino sería el periparto. Lo invertido en podología preventiva en la fase de secado tiene un claro retorno: el impacto de los tratamientos y de la mano de obra interna y externa que los problemas podales implican, la leche descartada, la bajada de la producción... suponen costes que pueden minimizarse con una prevención adecuada. Los informes podológicos posibilitan hacer un cálculo anual del coste de las cojeras, estimar las pérdidas financieras y establecer un plan de acción para garantizar una mejora contínua. Las acciones sugeridas son: garantizar una fase de recría sin errores de manejo; garantizar piensos adecuados que se traduzcan en una correcta estructura ósea y cartilaginosa de la pezuña; identificar las cerdas cojas antes del parto; evaluar regularmente la cerdas en lo que a lesiones de pezuña se refiere; y recortar los sobrecrecimientos de la pezuña en la fase de posparto, especialmente en cerdas jovenes