Polilla guatemalteca, una amenaza para el cultivo de la patata: principales características de la plaga y métodos más efectivos para su control y erradicación

El principal peligro sanitario para el cultivo de la patata es la polilla guatemalteca, "Tecia solivanora". Oriunda de Centroamérica, se introdujo en Canarias en 1999, y en la España penínsular en 2005, estando en la actualidad extendida en la cornisa cantábrica. En 2017 el Ministerio de Agricultura estableció el Programa Nacional de Control y Erradicación de "Tecia solanivora". Se estudia el ciclo biológico de la polilla guatemalteca, destacando una característica que la hace especialmente dañina: sólo afecta al tubérculo, los daños no se observan hasta que se produce el arranque del cultivo. Para su control, el programa nacional establece zonas de especial vigilancia de 1 Km alrededor de la zona infestada. Las medidas de erradicación incluyen: la destrucción de los tubérculos contaminados, la aplicación de medidas culturales en campo (se prohibe el cultivo de patata en la localidad afectada en las dos campañas siguientes a la detección, eliminación de rebrotes...) y de medidas higiénicas en almacén. Los lugares probablemente contaminados y las zonas de vigilancia tienen una serie de medidas específicas. La lucha preventiva se basa en un conjunto de prácticas: sembrar profundo y aporcar bien para dificultar el acceso a los tubérculos, mantener el suelo bien regado (evitando así la formación de grietas a través de las que penetra la polilla) y desherbado (las malas hierbas son refugio del insecto), limpieza de almacén y máquinas de manipulación (con lejía al 2%). Completan la medidas de lucha la instalación de trampas de feromonas (de tipo Delta o Funnel) y la lucha biológica, cuando sea posible.