Los cultivos emergentes toman posición en el campo

El imparable aumento de la población mundial obligará durante las próximas décadas a incrementar de forma notable la producción de alimentos. Esto puede llevar a la caída de la rentabilidad de algunos cultivos tradicionales y la consiguiente necesidad de dar con alternativas más adecuadas agronómica, medioambiental y económicamente. En España ya llevan un tiempo despuntando los llamados cultivos emergentes. A lo largo de la historia agraria, algunos cultivos fueron emergentes, pero dejaron de serlo al consolidarse, como ocurrió con el mango y el aguacate en la Axarquía malagueña, el kiwi en Galicia o el caqui en Valencia. Otros están en pleno proceso emergente, como el pistacho, el cacahuete, la estevia o el aloe vera. En el artículo se detallan algunos de los nuevos cultivos emergentes, con una descripción de cada uno de ellos. Entre éstos, destacan la soja, que se empieza a cultivar en Extremadura, Castilla y León, Aragón, Navarra y Cataluña, la quinua o quinoa en Andalucía, la camelina en Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid y Aragón, y el teff, una semilla de cereal que ya se cultiva en Andalucía, Castilla La Mancha y Aragón