¿Infestaciones por garrapatas? Es mejor prevenir que tratar

Las garrapatas son artópodos hematófagos que parasitan una amplio rango de vertebrados. Su principal acción patógena es su papel como vector de numerosas enfermedades infecciosas. Para su eliminación no existe una estrategia efectiva por si sola, siendo necesario desarrollar un programa de control integrado. El control farmacológico directo (acaricidas) es muy conocido, el artículo se centra en métodos de control indirectos, menos estudiados. Estos son el manejo del habítat (quema controlada de pastos, cortar malezas y pastos para reducir la humedad que los ioxidos necesitan para sobrevivir), el manejo de hospedadores (rotación de pastos que supone una ausencia prolongada de hospedadores y hace que las larvas mueran de inanición, o conservar los ejemplares de hospedador que han demostrado resistencia genética), el control químico sobre el medio ambiente (aplicación de un acaricida persistente a alta presión presión), el control biológico (aún poco desarrollado, entre los posibles agentes patógenos utilizables se destacan los hongos) y el uso de biopesticidas (el más conocido es el piretro, pero el arsenal de bioplaguicidas cuenta también con el aceite de Neem, el ácido oxálico o las espinosinas, recientemente descubiertas)